miércoles, 28 de octubre de 2015

Poda del Arbolado público (álamos históricos) en calles San Martín y calle Las Heras. Ciudad Capital de Mendoza (año 1901)




Tiempo de crisis Escasez de alimentos, despidos masivos, vino derramado en las acequias. La profunda depresión que atravesó Mendoza, como reflejo de la Primera Guerra Mundial. (1914-1918)


Una de las crisis económicas más importantes se remonta al gobierno de Francisco S. Álvarez, durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918).  Este gobernador asumió en marzo de 1914 y recibió en rojo las cuentas de la hacienda de la provincia. 
El entonces ministro de esa cartera, Salvador B. Reta, intentó buscar una solución al problema, pero  otro acontecimiento agravó aún más esta situación cuando, en agosto de ese año, se produjo la gran contienda europea que luego se transformó en la Primera Guerra Mundial.
La guerra de los argentinos
Al inicio de los enfrentamientos europeos, la  economía de nuestro país se fue desarticulando progresivamente. 
Los productos como los granos fueron los principales perjudicados, ya que eran exportados al continente europeo. Esto originó, en poco tiempo, un gran aumento de la desocupación. 
Además, las dificultades del sector externo provocaron cambios importantes en el ordenamiento monetario y financiero del país. Se produjo la fuga de capitales y las empresas comenzaron a cerrar sus establecimientos por quiebra. Esto originó  una drástica reducción de la actividad económica, que  obligó al gobierno del presidente  Victorino de la Plaza a promover un conjunto de leyes de emergencia. 
En 1916, asumió el gobierno Hipólito Yrigoyen, quien fue elegido por primera vez en nuestro país por voto secreto, universal y obligatorio.
El flamante presidente tuvo que afrontar una depresión económica que fue iniciada en 1913, cuando fueron interrumpidas las inversiones extranjeras en Argentina primero por la crisis que se desató en Europa, debido a la guerra de los Balcanes, y luego por la profundización de la contienda mundial.  
El valor de las tierras bajó y se produjo una seria escasez de capacidad de embarque. La balanza de pagos sólo pudo mantenerse equilibrada merced a una cuantiosa reducción de las importaciones. 
Se produjo una gran la inflación, que trajo como consecuencia el aumento de precios principalmente de los productos básicos.
La crisis se extendió a lo social y se produjeron despidos en masa, atrasos en los sueldos de los empleados públicos, huelgas y ollas populares.
Nuestro país comenzaría a recuperarse a partir de 1918.
Un pancho con hambre
Todos estos acontecimientos habían dejado a nuestra provincia sumida en una gran crisis económica y financiera. A los empleados públicos se les adeudaban los sueldos y también los maestros estaban en la misma situación. Cientos de personas quedaron cesantes de sus trabajos al cerrar muchos establecimientos, principalmente bodegueros. Incluso, los productores de uvas dejaban pudrir las cepas y las bodegas tiraban el vino por las acequias.
La moneda escaseaba y el gobierno tuvo que emitir bonos para salir al paso de esta profunda depresión. Muchas familias trabajadoras se refugiaron en varios conventillos que existían el la cuarta  y en la sexta sección de Capital. La pobreza era tal que los chicos andaban en bandas por las calles, pidiendo o tratando de robar algo para comer. Otros, en cambio, acudían a las sociedades como la francesa o italiana que ofrecían a cientos de indigentes un plato de comida a través de las ollas populares que  se instalaban en las esquinas de estos edificios.
Allí, hombres, mujeres y niños desfilaban con sus tachos o platos. En esta crisis, por supuesto, los especuladores sacaron grandes ventajas, acaparando mercadería para luego venderla a mayor precio o cobrando bonos a los asalariados a mitad de su valor.
Todos los días, los almacenes y demás establecimientos de comestibles remarcaban sus precios y escaseaban muchos alimentos básicos y otros de manufactura importada, que dejaron de estar en el mercado por la guerra. 
Irritada, parte de la población comenzó a molestarse con el entonces gobernador Francisco Álvarez a quien llamaron “Pancho hambre”. El mandatario mendocino tuvo que enfrentar una de las revueltas más sangrientas, que se produjo el 25 de setiembre de 1917, donde se reprimió con energía a miles de manifestantes. 
Este hecho desencadenó  la renuncia, días después, del gobernador y  la intervención de la provincia por el gobierno nacional.

http://www.losandes.com.ar/article/tiempo-de-crisis

Joaquin V.González (1), Gaspar Gómez (2), Florentino Cáceres (3)y miembros de la Convención Constituyente que dictó la Constitución que entraría en vigencia el 9 de julio de 1909. La Rioja, junio 1909.


William A. Davidson (en sidecar) y William S. Harley muestran sus capturas hechas en Pine Lake en 1924.


Sarmiento realizó Obras públicas en San Juan. En 1862 fue electo Gobernador de esa provincia. Incorporó el alumbrado público, se encargó del empedrado de las calles, abrió y ensanchó varias de ellas.


viernes, 23 de octubre de 2015

Trasandino rumbo a Chile (año 1911) Mendoza


Lago del Inca. (año 1911) Mendoza


El Sinclair Research ZX80 - (año 1981)

John McCallum descubrió algo muy interesante acerca de la escritura de código en BASIC en el Sinclair ZX80:

ZX80 BASIC no sólo le impide cometer errores de sintaxis, sino que también le pide con un cursor que te dice lo que está a la espera - una palabra clave (denotado por una K en el interior del cursor cuadrado) un literal (denotado por una L), o una literal numérico (identificado por un LS). Cuando un programa está a la espera de entrada de cadena, se pone el cursor entre las comillas, a continuación, expande las cotizaciones al entrar en el texto.

Sarmiento. Conoció a la madre de su hija en una escuela


En 1831, Sarmiento emigró a Chile. Durante ese tiempo trabajaba como profesor en una escuela de la provincia de Los Andes, donde mantuvo una relación con su alumna María Jesús del Canto. Con ella tuvo a su única hija biológica, Ana Faustina Sarmiento. 

13 de mayo 1968 - Una demostración del nuevo Boeing 747 avión de pasajeros, que era tan grande que incluye una escalera de caracol entre las cubiertas,llevaba hasta 490 pasajeros en los más lujosos asientos cada vez que se ofrecian a los viajeros aéreos.



 (Foto: Alan BAND / FOX FOTOS / GETTY IMAGES)
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