martes, 22 de marzo de 2016

Una vista panorámica del departamento de San Martín. Imagen tomada desde el campanario de la Iglesia Parroquial. (Enero de 1941) Mendoza


Las chicas jóvenes, en los autos chocadores, Maryland-1924


La Calle Padre Vázquez, departamento de Maipú, recientemente abierta al público (Enero de 1940) Mendoza


22 de marzo Día Mundial del Agua William Thomas Burgess, nadador inglés, luego de cruzar el Canal de la Mancha en 23 horas, 6 de septiembre de 1911.


Archivo General de la Nación

Circuito de Los Papagallos, principios siglo XX. Mendoza


22 de Marzo Día Mundial Del Agua

El Día Mundial del Agua se origina en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo en Río de Janeiro, Brasil del 3-14 Junio de 1992, después de la cual, La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 22 de diciembre de 1992 la resolución por la que el 22 de marzo de cada año, fue declarado Día Mundial del Agua.
CELEBRACIÓN
Se invitó a las naciones a realizar actividades relacionadas con la conservación y el desarrollo de los recursos hídricos, apelando a la puesta en práctica de las recomendaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo contenidas en el Capítulo 18 (Recursos de Agua Dulce) de la Agenda 21.
Cada año una Agencia diferente de la ONU produce una serie de comunicados de prensa alrededor del Día Mundial del Agua, que han sido distribuidos a través de la red de contactos de cada agencia. La comunicación e identidad visual de la campaña es gestionada por ONU-AGUA. Coordinado por la ONU-HABITAT.

Buenos Aires. Estación Temperley, año 1905.



Archivo General de la Nación

Damas visitando el estudio de Lola Mora (ubicada detrás, sin sombrero), Buenos Aires 1907.


Archivo General de la Nación

"No te preocupes por saber si el fin del mundo está por llegar. Ya es mañana en Australia" (Charles M. Schultz)


lunes, 21 de marzo de 2016

Inauguración de la sucursal en Mendoza de Casa La Llave, Alpargataría. De los Hermanos Adot , ubicada en calle Las Heras 281, Ciudad Capital (Marzo de 1937)


Prohibido bañarse desnudo.“Reglamento de baños para el Puerto de Mar del Plata”:


Fue la Meca del vacaciones del siglo XX. Pero como todo gran emprendimiento, tuvo sus primeros paso. La ciudad de Mar del Plata se fundó en 1874. Su popularidad y el intenso tráfico de turistas en sus playas hizo necesario dictar normas de conducta. Por encargo del presidente Miguel Juárez Celman, en enero de 1888 se estableció el “Reglamento de baños para el Puerto de Mar del Plata”:
Artículo 1º-Es prohibido bañarse desnudo.
Artículo 2º-El traje de baño admitido por este reglamento es todo aquel que cubra el cuerpo desde el cuello hasta la rodilla.
Artículo 3º-En las tres playas conocidas por del Puerto, de la Iglesia y de la Gruta no podrán bañarse los hombres mezclados con las señoras a no ser que tuvieran familia y lo hicieran acompañando a ella.
Artículo 4º-Es prohibido a los hombres solos aproximarse durante el baño a las señoras que estuvieren en él, debiendo mantenerse por lo menos a una distancia de 30 metros.Las primeras bañistas
Artículo 5º-Se prohíbe en las horas del baño el uso de anteojos de teatro u otro instrumento de larga vista, así como situarse en la orilla cuando se bañen señoras.
Artículo 6º-Es prohibido bañar animales en las playas destinadas para el baño de familias.
Artículo 7º-Es igualmente prohibido el uso de palabras o acciones deshonestas o contrarias al decoro.
El próximo artículo trata de las penas: multas de dos a cinco pesos o arresto de 24 a 48 horas. Reincidentes: 5 a 10 pesos o arresto de 48 a 96 horas. Una nueva falta le provocaría al infractor la expulsión de la playa durante un mes.
Hubo multas, detenciones y expulsiones. Pero tal vez el caso más comentado fue el del hombre que en el verano de 1901 se disfrazó de mujer y se metió al agua en la Bristol, en la zona de damas.
Fuente: http://blogs.lanacion.com.ar/historia-argentina/costumbres/prohibido-banarse-desnudo/

Cartelera del Cine - Teatro Independencia. Ciudad Capital de Mendoza (Marzo de 1937)


Alumnos pertenecientes al Colegio Nacional Agustín Alvarez, en clase de natación en la pileta de la Exposición. Junto a los profesores Felipe Lerch y Juan Antonio Fernández. (Marzo de 1937) Mendoza


Trabajadores tomando el sol durante un descanso en la construcción de un nuevo edificio en estación de Baker Street. (1929)


La fotografía muestra un chico con una cámara casera "Kodack" pretendiendo fotografiar una niña con su muñeca, 1907.



(Imágenes cortesía de la Biblioteca del Congreso, a través de Cine de disparo)

"En un país bien gobernado debe inspirar vergüenza la pobreza. En un país mal gobernado debe inspirar vergüenza la riqueza" (Confucio)


domingo, 20 de marzo de 2016

Vista General de la obras en construcción del puente sobre al zanjón La Nora, departamento de San Rafael. (marzo de 1936) Mendoza


Domingo Thompson, sargento 1o., uno de los tres sobrevivientes del Batallón Palma, en la batalla de Cepeda, año 1900.


Archivo General de la Nación

Un Micro - Ómnibus choco violentamente contra un árbol, en la intersección de calles Arìstides de Villanueva y Paso de los Andes Interno 26 de la linea 6. Ciudad Capital de Mendoza. (Marzo de 1936)


El científico que predijo el sismo de 1861 El ingeniero francés Augusto Bravard “escuchó” a la Cordillera; sin embargo, sus advertencias no fueron oídas.


Era la noche del miércoles 20 de marzo de 1861. Comenzaba el equinoccio de otoño. Se podía apreciar en el cielo una luna en cuarto creciente. Ni una brisa alteraba la apacible frescura.
A pesar de esa aparente tranquilidad, se agitaba en algunos ciudadanos la preocupación por una versión que había circulado tiempo atrás. Se decía que un naturista francés, quien se hallaba en la ciudad, había vaticinado que, en muy poco tiempo, se produciría un gran terremoto en Mendoza.
Muchos se rieron de él y  las autoridades no le creyeron. 
Al cumplirse las 20.36 horas de aquel miércoles, cuando la mayoría de la población se disponía a cenar, se escuchó un sonido parecido al de un trueno. La tierra se movió con tal magnitud que muchas personas cayeron al suelo. En un abrir y cerrar de ojos, la ciudad quedó en escombros dejando sepultadas a más de seis mil personas.
Los que sobrevivieron a la tragedia y conocían el vaticinio, se dieron cuenta de que aquel científico galo llamado Augusto Bravard había dicho la verdad.
El brujo de la piedras
Augusto Bravard nació en Auvergne (Francia) en 1800. Se graduó como ingeniero y luego se dedicó a la geología, minería y antropología. Fue un gran investigador en su país y recolectó una importante colección de fósiles y piedras que vendió al Museo de Historia Natural de Londres.
En 1852,  se produjo en Argentina la llamada “Organización Nacional” quien además de establecer una constitución, entre otros objetivos, promovió en Europa la contratación de importantes científicos. 
Augusto Bravard no dudó en embarcarse para América del Sur. Meses después, el francés llegó al puerto de Buenos Aires e inmediatamente fue contratado por el gobierno para desarrollar trabajos geológicos. En poco tiempo fue nombrado director del Museo Nacional de Paraná y  el gobierno de la Confederación le nombró Inspector General de Minas.
También, realizó cientos de estudios geológicos y paleontológicos que dieron como resultado interesantes publicaciones científicas. A principios de 1861, Bravard fue convocado por el gobernador de la provincia  Laureano Nazar quien le propuso revisar aspectos de la geología precordillerana como asimismo hacer un informe sobre la actividad sísmica que se había incrementado en esos años en toda la región.
Los últimos días de Mendoza 
El sabio francés llegó a la provincia y se reunió con las autoridades que lo recibieron con todos los honores. Luego de aquella reunión, se hospedó en plena ciudad. En una habitación de hotel instaló su gabinete. 
Bravard  exploró varios lugares de norte de Mendoza y comprobó el hundimiento del terreno percibiendo extraños “ruidos subterráneos”. Su experiencia hizo que comenzara a elaborar una teoría fatalista: Mendoza estaba a punto de sufrir un extraordinario sismo. Para afirmar su hipótesis, observó y estudió las “corrientes eléctricas” en la cordillera y las variaciones barométricas.
El “ambiente especial” le hizo pensar que se produciría un gran terremoto. Inmediatamente realizó un informe dirigido al gobierno en donde pronosticó que en muy poco tiempo sucedería una catástrofe. También propuso utilizar técnicas para que la población pudiera actuar frente al inminente sismo y sugirió que el lugar donde hallar una protección más eficaz, eran los marcos de madera de las casas.
La noche del 20 de marzo de ese año, Augusto Bravard fue víctima de aquella tragedia. El científico quedó atrapado en su habitación, bajo el techo derrumbado. Murió sentado en la cama junto a una taza de té. Su cuerpo quedó por varios días en esa posición. El Cónsul francés  en Buenos Aires envió a su amigo Balloffet para recuperar el cadáver. 
Si se hubiese tomado en cuenta la advertencia del naturista, tal vez la tragedia hubiese sido menor.
http://www.losandes.com.ar/article/el-cientifico-que-predijo-el-sismo-de-1861
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