domingo, 4 de febrero de 2018

Efemérides. 4 de Febrero de 1852, mure degollado sin juicio previo tras la Batalla de Caseros. Martín Isidoro de Santa Coloma y Lezica


Martín Isidoro de Santa Coloma y Lezica nacio en Bernal, el 3 de enero de 1800 y fue asesinado en Caseros, el 4 de febrero de 1852, fue un militar argentino. Fue coronel de la Confederación Argentina, y murió degollado sin juicio previo mientras estaba detenido tras la Batalla de Caseros. Era hijo de Ana María de Lezica, casada con Juan Antonio de Santa Coloma, quienes tuvieron en total 13 hijos, entre ellos Eugenio y Martín Isidoro de Santa Coloma. Vivían en una quinta de Quilmes, a 10 km al sur de la ciudad de Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata.

En 1807, la quinta fue tomada por el ejército inglés como cuartel general del general británico John Whitelocke, durante las Segunda Invasión Inglesa al Río de la Plata.

Los descendientes de Santa Coloma donaron la quinta a las Hermanas de María Auxiliadora (salesianas), las que se lograron conservarla. Hoy es monumento histórico de la ciudad de Bernal, en Quilmes (provincia de Buenos Aires). Santa Coloma se unió al ejército de Buenos Aires en 1824, en el cuerpo de los Blandengues de la Frontera, unidad de caballería especializado en la lucha contra los indígenas. Sus primeras acciones en la guerra civil fueron en la campaña en la que el ejército porteño auxilió a Santa Fe contra el general unitario José María Paz, entonces gobernador de Córdoba. Fue juez de paz para el distrito de los Corrales de Miserere en 1834, y también miembro de la Sala de Representantes de su provincia, formando en el partido federal rosista. Ejerció este cargo hasta la revolución de los Libres del Sur y el fallido intento subversivo de 1839, época en que se reincorporó al ejército como teniente coronel.

Después de la invasión de Juan Lavalle a la provincia, se unió a las fuerzas de Manuel Oribe, que lo persiguieron por Santa Fe y Córdoba. Luego de la victoria de Quebracho Herrado, permaneció en Santa Fe, a la espera de los acontecimientos de Corrientes y Uruguay, por lo que no participó en la campaña contra la Coalición del Norte. Mientras tanto, el gobernador santafesino Juan Pablo López se alió con los unitarios; Santa Coloma se retiró a San Nicolás de los Arroyos, y Rosas envió contra Santa Fe a dos ejércitos, uno al mando de Pascual Echagüe y Santa Coloma, y el otro, el que volvía de vencer a Lavalle, al mando de Oribe. En marzo de 1842, Santa Coloma derrotó a López en Monte Flores, y pocas semanas después, nuevamente en Colastiné. El gobernador huyó hacia Corrientes, mientras Santa Coloma y Oribe tomaban la ciudad de Santa Fe.

Echagüe fue nombrado gobernador, pero enseguida pasó el río Paraná. Santa Coloma quedó a cargo de las tropas porteñas y santafesinas hasta el regreso de Echagüe, mientras el 6 de diciembre de 1842, en la batalla de Arroyo Grande, sobre la margen derecha del río Uruguay, el ejército de Manuel Oribe, compuesto de 8500 hombres y bien armado, derrotaba al jefe uruguayo Fructuoso Rivera. Durante este período, Santa Coloma cometió excesos, posiblemente con robos, persecuciones y algún asesinato; los unitarios lo llamaban el «carnicero de San Lorenzo», pero posiblemente era un exceso, al menos en una época en que estos hechos eran normales en ambos bandos.

Al regreso de Echagüe, quedó con sus tropas en la guarnición de la ciudad de Santa Fe. A fines de junio de 1845, Juan Pablo López partió de Corrientes y, cruzando el Chaco, derrotó a Santa Coloma en Calchines, cerca de Santa Fe. El porteño resultó gravemente herido, y se retiró con dificultad hacia el sur de la provincia junto con Echagüe, donde esperaron la ayuda porteña. López gobernó Santa Fe hasta fines de julio de 1845, reuniendo en un solo mes un importante botín por medio de contribuciones forzosas, pero se retiró ante el avance de Echagüe y Santa Coloma. El 12 de agosto de 1845, este último derrotó a Juan Pablo López en Malabrigo, aunque éste consiguió huir con el botín.

Durante el bloqueo anglo-francés del Río de la Plata, Santa Coloma dirigió la defensa de la costa de San Lorenzo contra las incursiones de la flota enemiga, en particular en la Batalla de Punta Quebracho el 4 de julio de 1846, unos 30 km al norte de San Lorenzo, en que combatió como segundo del general Lucio Norberto Mansilla. El cuadro ecuestre de Félix Revol, presente en el Museo Histórico Nacional, retrata al coronel Santa Coloma dirigiendo las tropas de infantería en la Batalla de la Vuelta de Obligado. Organizó luego una guarnición permanente en San Lorenzo. Después del pronunciamiento de Justo José de Urquiza, éste desembarcó en Coronda, dividiendo a las fuerzas santafesinas de Echagüe y de Santa Coloma. Por ello, ambos evacuaron Santa Fe hacia Buenos Aires. Santa Coloma mandó una división de caballería en la batalla de Caseros, el 3 de febrero de 1852. Después de la derrota, se refugió en la iglesia de Santo Domingo.

Domingo Faustino Sarmiento quien más adelante sería presidente de la República, lo sacó de allí, y el abogado unitario santafesino Francisco Seguí, quien sostenía que Santa Coloma le había robado una novia con permiso de Urquiza y sin juicio alguno lo hizo traer ante su presencia al día siguiente y lo hizo degollar.

Similar suerte siguió el coronel Martiniano Chilavert, que fue fusilado ese mismo día, también sin juicio alguno.

Efemérides. 4 de Febrero de 1852, muere Martiniano Chilavert. El Mártir de Caseros.


Martiniano Chilavert nació en Buenos Aires, Virreinato del Río de la Plata, el 16 de octubre de 1798 y murió fusilado en Buenos Aires, Argentina, el 4 de febrero de 1852 militar argentino de destacada participación en la guerra del Brasil y en las guerras civiles entre federales y unitarios. Nació en Buenos Aires, hijo de un oficial de milicias. Parte de su infancia y juventud transcurren en España, pero regresó al Río de la Plata con su padre en 1812, en la misma fragata Canning que transportaba a José de San Martín y Carlos María de Alvear.

Ingresó al Regimiento de Granaderos de Infantería, obteniendo el grado de subteniente de artillería. Siguió la carrera de Alvear en 1820, uniéndose a la invasión de Buenos Aires por Estanislao López, y luchando en la Batalla de Cañada de la Cruz y en Pavón Terminó exiliado en Montevideo, de donde regresó en 1821 y renunció al ejército, para completar sus estudios de ingeniería. Fue docente en un colegio secundario y en 1823 participó en la fundación de Bahía Blanca como ingeniero.

Se reincorporó a las armas en 1826 para luchar en la guerra contra el Imperio del Brasil, alcanzando el grado de Sargento Mayor en la artillería. Dirigió una batería sobre el río Paraná y combatió en el regimiento de infantería de Tomás de Iriarte en la campaña al sur del Brasil y en la batalla de Ituzaingó. En noviembre de 1827 impidió una invasión brasileña en la desembocadura del río Salado y participó en la campaña de Fructuoso Rivera a las Misiones Orientales. Allí estaba cuando la revolución de diciembre de 1828, en la que Juan Lavalle derrocó y fusiló a Manuel Dorrego. Al año siguiente se trasladó a Buenos Aires y fue uno de los jefes de artillería en la derrota de Puente de Márquez. Caído Lavalle, lo siguió al destierro en el Uruguay y en sus campañas en Entre Ríos. Ya para entonces era un decidido unitario, aliado de Ricardo López Jordán (padre), Justo José de Urquiza, y consideraba a Lavalle su jefe natural.

Desde 1836 fue el jefe de artillería de los distintos ejércitos de Fructuoso Rivera en su lucha contra Manuel Oribe, luchando en la derrota de Carpintería, acompañándolo en su exilio en el Brasil y, junto a Lavalle, en la victoria de Palmar. Prestó también algunos servicios diplomáticos frente a los representantes franceses y brasileños.

Aunque estaba alarmado por la dependencia en que se ponían los aliados respecto a Francia, siguió a Lavalle en su invasión a Entre Ríos en julio de 1839, como jefe de estado mayor y de la artillería. Pero Lavalle tuvo muchas discusiones con Chilavert, y terminó acusándolo de indisciplina. Éste pasó a unirse al ejército de Rivera, con el que éste invadió Entre Ríos en 1841. Después de la derrota de Arroyo Grande, se exilió nuevamente en el Brasil.

En su última etapa de exilio, al enterarse de la batalla de Vuelta de Obligado (en que una flota coligada de una entente anglofrancesa ataca el territorio argentino), aunque opositor político decidido a Juan Manuel de Rosas, en abril de 1846 le ofreció sus servicios,

"por ser opuesto a mis principios combatir contra mi país unido a fuerzas extranjeras, sea cual fuera la naturaleza del gobierno que lo rige".

En mayo, escribió al general federal y oriental Manuel Oribe:

"El cañón de Obligado contestó a tan insolentes provocaciones. Su estruendo resonó en mi corazón. Desde ese instante un solo deseo me anima: el de servir a mi patria en esta lucha de justicia y de gloria para ella."

En esto también, Chilavert compartía las ideas del general José de San Martín. A comienzos de 1847 regresó a Buenos Aires y se dedicó a reorganizar el cuerpo de artillería. Por supuesto, los unitarios lo llamarían traidor. En cartas a Juan Bautista Alberdi y otros prohombres de la oposición, se defendió con energía; pero no pudo convencerlos de seguirlo.

En el conflicto que enfrentó a Rosas con Urquiza y el Imperio del Brasil, dirigió todas las fuerzas de artillería de la Confederación en la batalla de Caseros,​ haciendo fuego contra el grueso de las tropas brasileñas hasta agotar la munición. La última resistencia fue la de la artillería de Chilavert y la infantería de Díaz (también unitario). Como se le terminaron las balas, mandó recoger los proyectiles del enemigo que estaban desparramados alrededor suyo y disparó con estos. Y cuando no hubo nada más que disparar, finalmente la infantería brasileña pudo avanzar... y así terminó la batalla.

Habiendo tenido ocasión de escapar, permaneció sin embargo fumando tranquilamente al pie del cañón hasta que lo llevaron frente a Urquiza. Urquiza ordenó su fusilamiento por la espalda castigo usualmente aplicado a los traidores, pero cuando lo llevaron al sitio de fusilamiento, Chilavert, tras derribar a quienes lo arrastraban, exigió ser fusilado de frente y a cara descubierta. Se defendió a golpes, pero fue ultimado a bayonetazos y golpes de culata. De acuerdo a varios autores, todas sus heridas fueron de frente,​ aunque hay autores que afirman que fue herido por la espalda;​ todas las fuentes coinciden en que no pudo ser fusilado. Su cadáver permaneció insepulto varios días.

Efemérides. 4 de Febrero de 1846. Batalla de Laguna Limpia. Corrientes


En 1846 el general José María Paz fue completamente derrotado por el general Justo José de Urquiza en el combate de Laguna Limpia, Corrientes. La Batalla de Laguna Limpia fue un combate durante las guerras civiles argentinas, ocurrido en el sudoeste de la provincia de Corrientes el 4 de febrero de 1846, en que el ejército del gobernador de Entre Ríos, Justo José de Urquiza, venció y tomó prisionero al jefe de la vanguardia del ejército correntino, Juan Madariaga.El gobernador Joaquín Madariaga puso su ejército en manos del general José María Paz, que ya en 1841 había logrado un impresionante triunfo en la batalla de Caaguazú en Corrientes. Paz organizó eficazmente a su ejército, y cuando el gobernador entrerriano invadió la provincia, le preparó una trampa en el extremo norte de los esteros del Iberá. Para llevarlo hasta allí tenía que cruzar toda la provincia, de modo que ordenó al jefe de su vanguardia, el hermano del gobernador, que se mantuviera cerca del enemigo, pero sin presentar batalla.

Madariaga se dio cuenta de que llevar a Urquiza hasta el otro lado de la provincia dejaba todo Corrientes en manos del enemigo, y que la población sufriría mucho, por lo que intentó resolver la guerra por medio de operaciones de guerrillas.Pero Urquiza se movió con gran rapidez y lo alcanzó el 4 de febrero, obligándolo a la lucha.

El terreno era favorable a las fuerzas de Madariaga, pero éste no supo sacar provecho de esta circunstancia, y el estrecho callejón por donde debían avanzar los federales se convirtió en un angosto pasillo por donde huyeron los correntinos, llevándose por delante a los ubicados más atrás.

Los correntinos perdieron ciento sesenta muertos, y de entre los prisioneros, a Juan Madariaga, cuyo caballo rodó contra un tronco. Junto al general correntino cayó su correspondencia, por lo que Urquiza se enteró de que Paz lo llevaba hacia el norte.
Urquiza avanzó hacia el norte, saqueando las estancias enemigas a su paso, y antes de enfrentarse a Paz, retrocedió, saqueando media provincia.

El prestigio de Paz quedó muy disminuido por los efectos de la campaña, y Urquiza aprovechó para proponer tratativas de acuerdo a través de Juan Madariaga, que fue puesto en libertad. Las negociaciones con Urquiza enfrentaron al general cordobés con el gobernador, con lo que Paz abandonó la provincia.

Tras la firma del Tratado de Alcaraz y su rechazo por Rosas, la situación se resolvería a fines del año siguiente, en la batalla de Vences. Ésta significaría el fin de la rebelión correntina.

Efemérides. 4 de febrero de 1931: nace María Estela Martínez, quien asume la presidencia de la República tras la muerte de su marido, el general Juan Domingo Perón.


sábado, 3 de febrero de 2018

Efemérides. 3 de Febrero de 1813, muere Juan Bautista Cabral. El Soldado Heróico

Juan Bautista Cabral nacio en Saladas, Corrientes, en 1789 y murió en el combate de San Lorenzo, el 3 de febrero de 1813 fue un soldado argentino, de origen zambo, perteneciente al Regimiento de Granaderos a Caballo, que murió tras el Combate de San Lorenzo al socorrer al entonces coronel José de San Martín cuyo caballo había caído durante el combate. La providencial acción de Cabral en el bautismo de fuego de las fuerzas argentinas figura de manera conspicua en la iconografía patriótica y le ha granjeado fama duradera. Es poco lo que se conoce de la vida de Cabral. Se sabe que nació en la provincia de Corrientes, en el municipio de Saladas en la localidad que hoy lleva su nombre y que era hijo de José Jacinto, un indígena guaraní y la esclava de origen angoleño Carmen Robledo, ambos al servicio del estanciero Luis Cabral.

Cuando contaba con unos 23 años de edad se incorporó al ejército en un contingente reclutado por el gobernador de Corrientes, Toribio de Luzuriaga. Enviado a Buenos Aires, ingresó en 1813 al segundo escuadrón del recién creado Regimiento de Granaderos a Caballo.

De acuerdo a la biografía que transmite Pastor Obligado, su diligencia y capacidad de mando le granjearon galones de cabo para diciembre de ese año, y de sargento al siguiente; la que recoge Bartolomé Mitre en su monumental Historia de San Martín y de la Emancipación Americana, por el contrario, lo hace soldado raso a la fecha del combate.

Independientemente de su grado, su acción crucial tuvo lugar a poco de comenzada la refriega, cuando el fuego enemigo derribó la montura de San Martín y aprisionó a éste debajo del animal. Desafiando la tropa enemiga, que se aproximaba cargando con bayonetas, Cabral desmontó y ayudó al coronel a incorporarse.

Los detalles exactos de la acción no se saben. Pero en algunas interpretaciones, Cabral interpone su cuerpo como escudo entre las bayonetas realistas y San Martín, lo que demostró su gran valentía y honor para salvar al General. Con todo, resultó gravemente herido en la acción. Si bien no murió en el campo de batalla sino en el refectorio del vecino convento de San Lorenzo, utilizado como hospital de campaña tras el enfrentamiento. La leyenda, iniciada en una carta dirigida por San Martín a la Asamblea del Año XIII, le adjudica en su lecho de muerte la máxima "Muero contento, mi General, hemos batido al enemigo": Según Mitre el grado de sargento le fue concedido post mortem en mérito a su arrojo en la batalla. A pesar de que es sabido que no existía en la época tal reconocimiento. El ascenso post mortem, luego de muerto, es establecido en la Primera Guerra Mundial, siglo XX. Por ello y como los familiares de los oficiales recibían una pensión aproximada al 30 por ciento de sus sueldos, San Martín recomienda a la ciudad del Capitán Bermúdez, quien firmaba Vermúdez, y solo a él. La historia lo ha convertido en un héroe nacional, y existen numerosos monumentos erigidos en su honor: figura prominente en el texto de la Marcha San Lorenzo, obra de Carlos Javier Benielli y Cayetano Alberto Silva que expresa «Cabral Soldado Heroico, cubriéndose de gloria, cual precio a la victoria, su vida rinde, haciéndose inmortal. Y allí salvó su arrojo, la libertad naciente de medio continente, honor, honor al Gran Cabral»; notesé que el poeta mendocino al anotar el grado del correntino pone genéricamente Soldado, evitando caer en el tema de la Sargentía Discutida de la que tanto han hablado Pedro Pablo Hass en su libro Cabral Sargento Epónimo, luego editado en 2004 como Cabral Soldado Heroico y el Profesor Horacio Fórmica en sus Trabajos del Congreso Sanmartiniano del Regimiento de Granaderos en 2013.[cita requerida]

También se encuentran homenajes en un tango de Manuel Campoamor, Sargento Cabral, que recuerda la hazaña. Asimismo sucede también en un chamamé, típica música correntina que lo homenajea.

Efemérides. 3 de febrero de 1858: nace en Buenos Aires, Gabino Ezeiza, payador y precursor de las primeras letras de tango. Foto: El payador Gabino Ezeiza con colegas durante su recorrida por los pueblos del sur, Río Negro s/f


AGN

Efemérides. 3 de Febrero de 1813: Las fuerzas independentistas al mando de José de San Martín vencen a las tropas españolas en el Combate de San Lorenzo. Documento: Parte de la Batalla de San Lorenzo del General José de San Martín.

Transcripción:
San Lorenzo, febrero 3 de 1813
Exmo. Señor:
Tengo el honor de decir a V.E. que en el día 3 de febrero los granaderos de mi mando en su primer ensayo han agregado un nuevo triunfo a las armas de la patria. Los enemigos en numero de 250 hombres desembarcaron a las 5 y media de la mañana en el puerto de San Lorenzo, y se dirigieron sin oposición al colegio San Carlos conforme al plan que tenían meditado en dos divisiones de a 60 hombres cada una, los ataques por derecha e izquierda, hicieron no obstante una esforzada resistencia sostenida por lo fuegos de los buques, pero no capaz de contener el intrépido arrojo con que los granaderos cargaron sobre ellos sable en mano: al punto se replegaron en fuga a las bajadas dejando en el campo de batalla 40 muertos, 14 prisioneros de ellos, 12 heridos sin incluir los que se desplomaron, y llevaron consigo, que por los regueros de sangre, que se ven en las barrancas considero mayor numero. Dos cañones, 40 fusiles, 4 bayonetas, y una bandera que pongo en manos de V.E. y la arrancó con la vida al abanderado el valiente oficial Don Hipólito Bouchard. De nuestra parte se han perdido 26 hombres, 6 muertos, y los demás heridos, de este número son: el capitán D. Justo Bermúdez, y el teniente Manuel Díaz Vélez, que avanzándose con energía hasta el borde de la barranca cayó este recomendable oficial en manos del enemigo.
El valor e intrepidez que han manifestado la oficialidad y tropa de mi mando los hace acreedores a los respetos de la patria, y atenciones de V.E.; cuento entre estos al esforzado y benemérito párroco Dr. Julián Navarro, que se presentó con valor animando con su voz, y suministrando los auxilios espirituales en el campo de batalla: igualmente lo han contraído los oficiales voluntarios D. Vicente Mármol, y D. Julián Corvera, que á la par de los míos permanecieron con denuedo en todos los peligros.
Seguramente el valor e intrepidez de mis granaderos hubieran terminado en este día de un solo golpe las invasiones de los enemigos en las costas del Paraná, si la proximidad de las bajadas no hubiera protegido su fuga, pero me arrojo a pronosticar sin temor que este escarmiento será un principio para que los enemigos no vuelvan a inquietar a estos pacíficos moradores.
Dios guarde a V.E. muchos años. San Lorenzo, febrero 3 de 1813. José de San Martín




viernes, 2 de febrero de 2018

Las casas de tolerancia. De Madame Ivonne


Esta curiosidad, refleja una historia que comenzó hace más de un siglo y a mucho más allá del letrero enlozado, que hace algunos años fue adquirido en la Feria de San Telmo por un coleccionista anónimo.
Madame Ivonne sí, existió y su historia tiene matices tristes, propios de la época.

Ivonne era – según algunos viejos relatos – una chica parisina, de vida más alegre que la planteada por Offenbach en su Alegría Parisina, a la cual un argentino aventurero de apellido con alcurnia, posición y fortuna, enamoró y trajo a Buenos Aires, casi como un trofeo.
Ivonne, marcada quizá por un sino indescifrable, vio una oportunidad de cambiar su viejo papel de prostituta, por el de la madama que tanto la había explotado y logró que su hombre (que a la postre fue su nuevo explotador) pusiera para ella una de las que en aquellos tiempos, se conocían como Casas de Tolerancia.
Allí nació esta placa detrás de la cual sin duda, quedan marcas de amores que no fueron y de entregas que, disfrazadas de amores, pasaron sin entrega y ni siquiera fueron memoria.

Una curiosidad de las tantas, inmortalizada en el tango.-
MADAME IVONNE interpretado por Julio Sosa. 

Efemérides. La Muerte dudosa de Jorge Cafrune. 31 de Enero de 1978


La “historia oficial” dice que el folklorista murió en 1978 en un accidente de ruta. Su hija, Yamila Cafrune, abogada y cantante, cuenta que la familia siempre sospechó que fue un asesinato político.

Yamila cuenta que a la familia le pareció extraño el accidente.
Para López Rega, Cafrune era más peligroso que un ejército.
Por Karina Micheletto

La madrugada del 31 de enero de 1978, cuando marchaba a caballo rumbo a Yapeyú para depositar un cofre con tierra de Bolougne Sur Mer en homenaje al general Jose de San Martín, el folklorista Jorge Cafrune fue atropellado por una camioneta. Quedó demasiadas horas tirado en la ruta con las costillas incrustadas en los pulmones, y al día siguiente falleció. A la camioneta y a su conductor se los tragó la noche: sólo pudo saberse un nombre –Héctor– susurrado por los habitantes de Benavídez.
Por entonces Yamila, la hija mayor del legendario creador de Zamba de mi esperanza, tenía 12 años. A los 18 decidiría seguir la carrera de abogacía. “Siempre sostuve la idea de que es posible hacer justicia hablando con la verdad, pero desde que pasó lo de mi papi supe lo que es empezar por casa”, dice Yamila. “Hasta el ‘83 fue imposible averiguar nada. Ese año empecé la facultad, y con mi madre y mis hermanas intentamos por todos los medios encontrar algún otro dato. Pero la investigación llegó a un punto muerto”.
Sin embargo, dice Yamila, hay numerosas conjeturas posibles. “Que detrás del accidente estuvo Gendarmería, o la Triple A. Es sabido que López Rega dijo que Cafrune era más peligroso con una guitarra que un ejército con armas. Es sabido que sus discos estaban prohibidos: En Radio Nacional de Córdoba guardan un disco que tiene los temas que no podían pasarse tachados con birome en la tapa y rayados con un clavo adentro. Entre ellos estaba Zamba de mi esperanza. ¿Sabés cuál era la palabra prohibida...? Era la palabra esperanza”.
Hay otros datos, que involucran nombres que Yamila ha preferido no retener en la memoria. Graciela Geuna, sobreviviente del campo clandestino de concentración La Perla, declaró haber escuchado cómo el por entonces teniente primero Carlos Enrique Villanueva dispuso en ese lugar la muerte del folklorista, luego de que éste cantara en Cosquín Luna cautiva, una zamba “no autorizada”. “Esto no deja de ser una conjetura, algo que alguien dice que escuchó”, apunta Yamila en una entrevista con Página/12. “Nosotros preferimos creer que fue un accidente. Llegó un punto en que priorizamos nuestra salud mental. La decisión de la familia es llegar hasta acá”, resume.
En 1992, Yamila comenzó su carrera profesional de cantante casi por causalidad. “Yo estaba recién recibida de abogada, trabajaba en el registro civil, y mi vida parecía encaminada por ahí. Fui a Cosquín por un homenaje a mi papá, y pedí que me dejaran cantar en un escenario callejero. Sucedió que entre el público estaba Julio Mahárbiz, y él me invitó a que el día siguiente hiciera un tema en el escenario mayor. Así empezó todo”, relata.
–¿Pesa o es un orgullo para una folklorista el apellido Cafrune? 
–Es un honor. No es una carga, como mucha gente cree, pero sí una responsabilidad enorme. En el aspecto musical, porque la gente cree que una nació artista por ser la hija de Cafrune, y entonces siempre está el miedo de que piensen “cómo teniendo el padre que tiene no sabe lo que es una milonga...” O hasta en la forma de vestir: la gente espera verte de una determinada manera sobre el escenario, y por ahí no aceptaría que yo me aparezca de minifalda. La forma es una tontería, pero es importante lo que significa esta demanda: que hay una forma de llevar la vida que uno ha legado, y que tiene que respetar. No como obligación, pero sí como algo de lo que uno elige hacerse cargo.
-¿Qué cosas, además de la música, le legó su padre?
–Me legó una vida honorable a imitar y un nombre digno a llevar. Como me dijo una vez (Horacio) Guarany, yo nunca voy a tener que bajar la vista cuando hable de mi viejo. He recorrido todo el país y en todos los caminos encuentro los mejores recuerdos de la gente hacia mi padre.

Efemérides. 2 de Febrero de 1536. Primera Fundación de Buenos Aires.

La primera fundación de Buenos Aires, tuvo lugar el 2 o el 3 de febrero de 1536, es decir, 20 años después del descubrimiento del Río de la Plata por Juan Díaz de Solís.

El adelantado Don Pedro de Mendoza, al mando de la expedición colonizadora española, bautizó la ciudad con el nombre de Nuestra Señora del Buen Ayre. Es una de las pocas ciudades en el mundo que fue fundada dos veces. Efectivamente, cuarenta y cuatro años después de la primera fundación, hubo una segunda fundación de Buenos Aires el 11 de Junio de 1580. Estuvo a cargo de Juan de Garay, proveniente de Asunción del Paraguay. En esta oportunidad se la denominó Ciudad de la Trinidad y Puerto de Santa Maria del Buen Ayre. El propósito de la primera fundación de Buenos Aires era el de controlar el acceso al Río de la Plata y evitar que los portugueses con su política expansionista remontasen el río Paraná. Buenos Aires era, para el imperio español, un enclave estratégico

Por aquella época, se suponía que estas tierras eran la puerta de acceso al imperio del rey blanco y la Sierra de la Plata. Pareció corroborar esta teoría, la llegada de Hernando de Pizarro, en enero de 1534 a Sevilla. Pizarro traía consigo muestras de los maravillosos tesoros provenientes de Perú. Esto incentivó la fantasía de la búsqueda del mítico reino y su Sierra de la Plata. Don Pedro de Mendoza influenciado por este panorama, que creía prometedor, firmó el 21 de mayo de 1534 una Capitulación. Por este acuerdo se le concedía el título de Primer Adelantado del Río de la Plata, es decir señor o gobernador de las tierras conquistadas.

Tenía derecho a explorar 200 leguas, aproximadamente 1000 Km de Norte a Sur entre ambos océanos. Esto era equivalente a la mitad norte de Argentina, y sin límite precisos.

En contraprestación tenía la obligación de financiar toda la expedición. Tendría que fundar 3 fortalezas de piedra y explorar el Río de la Plata, el Paraná y el Paraguay. Todo ello para llegar al ansiado tesoro, del cual podría quedarse con una parte, y el resto ponerlo a disposición de la corona de España.

Don Pedro de Mendoza vencedor del saqueo de Roma, donde contrajo sífilis, invirtió para esta expedición toda su fortuna y lo que quedaba de su salud. Montó una impresionante flota que partió de Sanlúcar de Barrameda el 24 de agosto de 1535. De las 16 naves que componían la armada, una se desvió a Santo Domingo y otra naufragó en las costas de Brasil. Arribaron a nuestras tierras 14 navios para la primera fundación de Buenos Aires. La mayor parte de los historiadores acuerdan en que la primera fundación de Buenos Aires fue en febrero de 1536.

Don Pedro de Mendoza, Primer Adelantado del Río de la Plata, llegó a nuestras costas con una dotación, que los historiadores suponen, de entre 1500 a 1800 hombres y mujeres.

Eligieron un lugar entre el parque Lezama y los Altos de San Pedro, por ser esta una zona de barrancas. Resultaba una ubicación estratégica, para defenderse de los ataques terrestres, y de fácil acceso al puerto natural formado por el brazo norte del Riachuelo.La Ciudad y Puerto de Nuestra Señora de los Buenos Aires, fue en sus orígenes un conjunto de ranchos de barro y paja con un cerco perimetral de tierra apisonada.Los habitantes de la tierra donde se pretendía llevar a cabo la primera fundación de Buenos Aires, eran los indios pampas. Los españoles los denominaron querandíes, palabra guaraní que significaba “gente de grasa”, probablemente por su dieta de carnes de caza.

Los querandíes eran nómades. Los españoles por lo tanto, no encontraron ni palacios, ni tesoros, ni pueblos dóciles a los cuales someter.

Al principio la relación era amigable y durante 14 días,los aborígenes suministraron alimento a los españoles. Luego los querandíes se sintieron maltratados y dejaron de llevarles el sustento.Entre tanto los habitantes de Buenos Aires seguían acosados por el hambre. Entonces Mendoza envía un contingente en busca de alimentos. Parten 300 de sus mejores hombres, treinta de ellos a caballo. Entre los hombres que envía se encuentran su hermano Diego de Mendoza y su sobrino Pedro Benavídez.

La expedición se enfrentó a los querandíes, a orillas del río Lujan cerca de una laguna. Los españoles rechazaron a los indios, pero en el combate murieron el hermano y sobrino de Mendoza entre otros.En total fueron 38 españoles y mas de 1000 indios, los muertos aquel día.

En este episodio se dice que murió un tal Diego Luján, que fue arrastrado por su caballos hasta las profundidades del río que hoy lleva su nombre. Según algunas teorías, este hecho se conoce como la Matanza de Corpus Christi, que dio nombre al valle del río Luján, que se denominó valle de Corpus Christi. Estos hechos son simultáneos a la fundación del fuerte Corpus Christi el 15 de junio de 1536. ocos días después, el 24 de junio, se produce el asedio a Buenos Aires. Fue obra de querandíes y guaraníes.

Como consecuencia del mismo, el hambre entre los sitiados culminó con escenas de antropofagia. Los pormenores se conocen por los testimonios de los sobrevivientes.

Entre ellos estaba Ulrico Schmidl, soldado alemán, veedor de los banqueros Wesler y primer cronista del Río de la Plata.Pedro de Mendoza solo en Buenos Aires, muy enfermo y desanimado, parte para España el 22 de abril de 1537. Fallece en alta mar el 23 junio de 1537. Muerto Mendoza y desaparecido Ayolas, se desata la lucha por la sucesión, de la cual sale victorioso Martínez de Irala. Ordena despoblar y quemar Buenos Aires en 1540, contra la opinión de sus 350 pobladores que son trasladados a Asunción.

Cuatro años despues de la primera fundación de Buenos Aires, ésta era despoblada. Los motivos que se esgrimieron fueron fortificar la posición del fuerte fundado por Juan de Salazar, estar mas cerca de la Sierra de la Plata, y desalentar cualquier futura competencia por el poder.El fracaso de la primera fundación de Buenos Aires, fue la mas flagrante derrota que sufriera el imperio español de Carlos V en las Indias.

jueves, 1 de febrero de 2018

Grupo Savage, Banda de la época, salen tocando en el boliche Kalatrava. Año 1977(Gentileza de Juan Bertran)



Efemérides. 1 de Febrero de 1820. Primera Batalla de Cepeda.


En 1820 en el norte de la provincia de Buenos Aires, 20 km al norte de la aldea Pergamino, el ejército federal vence al ejército unitario en la Primera batalla de Cepeda. Termina el gobierno centralizado de Buenos Aires. La batalla de Cepeda, del 1 de febrero de 1820, ocurrió durante las guerras civiles argentinas y fue la primera de las dos llevadas a cabo en la cañada bonaerense del arroyo Cepeda afluente del Arroyo del Medio que divide las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, a unos 5 km al este del pueblo de Mariano Benítez ubicado al norte de la provincia de Buenos Aires.

La batalla enfrentó a unitarios y federales: el director supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, José Rondeau, fue derrotado por la unión de las fuerzas de los caudillos de Santa Fe, Estanislao López, y de Entre Ríos, Francisco Ramírez, ambos federales y lugartenientes del general José Artigas, de la Banda Oriental, y apoyados por el chileno José Miguel Carrera.

Fue un enfrentamiento muy breve, que justificó que se la conociera como la «batalla de los Diez Minutos».

Los federales resultaron victoriosos, causando la disolución de las autoridades nacionales: el Directorio y el Congreso Nacional. Se inició así el período denominado la Anarquía del Año XX en donde surgieron las autonomías provinciales. El país quedó desde entonces integrado por trece provincias autónomas.Todo el norte del territorio de Buenos Aires fue invadido por los caudillos, que llegaron en pocos días a los alrededores de la ciudad de Buenos Aires. El director supremo Rondeau renunció el 11 de febrero de 1820.

La sucesión del poder en Buenos Aires se vio enmarcada por gobiernos provisorios. El primer gobernador autónomo, Manuel de Sarratea, ascendido al poder con la protección de los federales, firmó con ellos el Tratado del Pilar. Por el mismo, la provincia de Buenos Aires reconocía a las demás el derecho de darse su propio gobierno y daba por extinguido el Congreso de Tucumán.

Pero la anarquía continuó en la capital, hasta que en septiembre fue nombrado Martín Rodríguez gobernador. La estabilidad y progreso de su gobierno se logró a costa de aislar a la provincia del resto del país.

Mientras tanto, las provincias se gobernaron a sí mismas como entidades autónomas a la manera de una confederación, más allá de las poderosas influencias que tuvieron algunos caudillos, que gobernaron sobre coaliciones de varias provincias.

Pese a varios efímeros esfuerzos por reunificar el país, entre los que se destaca la presidencia de Bernardino Rivadavia de 1826 a 1827, la Argentina no se volvió a unificar hasta después de la caída del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, y la rápida sanción de la Constitución Argentina de 1853. Buenos Aires recién se uniría en 1861.

Efemérides. El 1 de Febrero de 1931 en Argentina es fusilado el militante anarquista Severino Di Giovanni.


Severino Di Giovanni nacio en Chieti, Italia, el 17 de marzo de 1901 y murio fusilado en Buenos Aires, Argentina, el 1 de febrero de 1931 fue un periodista, obrero y poeta​ anarquista italiano, emigrado a la Argentina, donde se convirtió en la más conocida de las figuras anarquistas individualistas de su tiempo por su campaña en apoyo de Sacco y Vanzetti y su lucha contra el fascismo. A la edad de diecinueve años quedó huérfano y en 1921 -a los veinte años- se entregó por entero a la militancia anarquista. En 1922, el mismo año en que los Camisas Negras de Benito Mussolini tomaban el poder tras la Marcha sobre Roma, se casó con su prima Teresa Masciulli, una muchacha de Chieti. El fascismo se impuso en Italia y la censura y las persecuciones a los anarquistas decidieron a la pareja a exiliarse con su familia a la Argentina. Severino y Teresa tuvieron tres hijos. legó a la Argentina y se estableció en la localidad de Morón, Provincia de Buenos Aires desde donde viajaba diariamente a la ciudad de Buenos Aires para trabajar como obrero tipógrafo.​ La Argentina de la década de 1920 era gobernada por el moderado partido radical, durante las sucesivas presidencias de Hipólito Yrigoyen (1916-1922 y 1928-1930) y Marcelo T. de Alvear (1922-1928). Fue ese el período de la última gran oleada de inmigrantes italianos. A ellos dirigiría Severino la mayor parte de su propaganda política y escritos, principalmente a través de su periódico más célebre, Culmine, que escribía durante las noches. Fue un momento propicio, ya que muchos otros anarquistas italianos se organizaban en Argentina, siendo el país sudamericano donde las ideas libertarias más se propagaron.

Conoce en Buenos Aires a Paulino Scarfó un anarquista argentino de ascendencia italiana y su hermana también anarquista, además de feminista América Scarfó a sus 14 años quien sería su compañera sentimental toda su vida.

La posición de Di Giovanni era cercana al grupo más radical del anarquismo en la Argentina, nucleado alrededor de los sindicatos autónomos y el periódico La Antorcha que dirigían Rodolfo González Pacheco y Teodoro Antillí, opuesto al sector "moderado" que representaban la FORA y el periódico La Protesta que dirigían Emilio López Arango - a quien se cree que asesinó - y Diego Abad de Santillán.

Su primera actuación pública resonante tuvo lugar el 6 de junio de 1925, cuando en Teatro Colón se realizaba una función especial en celebración del 25º aniversario del acceso al trono de Italia de Vittorio Emanuele III, con la presencia del presidente Alvear y el embajador fascista , conde Luigi Aldrovandi Marescotti. Un grupo de militantes anarquistas entre los que se hallaba Di Giovanni interrumpió la función arrojando volantes y gritando "¡Asesinos, ladrones!" a los dignatarios italianos. El incidente terminó en una trifulca con los "Camisas Negras" que escoltaban al embajador, y el encarcelamiento de Severino y sus compañeros.

Di Giovanni también participa y protesta en actos en solidaridad por el arresto y ejecución de Sacco y Vanzetti en 1927. Gran parte de su estadía en Argentina la pasó prófugo, debiendo mudarse continuamente de un lugar a otro del país con su familia para evitar ser apresado. Di Giovanni no se quedó en la teoría y los panfletos y no fueron sus escritos los que lo volvieron famoso sino su accionar violento. Dentro de los atentados asociados a él, se encuentran: la voladura de la embajada de EE.UU. en Argentina (como consecuencia del asesinato de Sacco y Vanzetti), la voladura del "City Bank" en el centro porteño, y la voladura del consulado italiano en Buenos Aires (donde se hallaban reunidos los mejores hombres de Mussolini en Argentina) donde murieron siete fascistas, lo que provocó gran parte de la antipatía del resto de los grupos anarquistas y su condena en los periódicos. También participó en robos e hirió severamente a un policía desfigurándolo de un tiro en la cara. El mayor robo del que participó fue a un camión pagador por 286.000 pesos, lo que le permitió realizar su sueño de abrir su propia imprenta. En su último panfleto Di Giovannni escribió

Sepan Uriburu y su horda fusiladora que nuestras balas buscarán sus cuerpos. Sepa el comercio, la industria, la banca, los terratenientes y hacendados que sus vidas y posesiones serán quemadas y destruidas.

Esa fue la gota que colmó el vaso. A las pocas horas de su detención se dictaminó su sentencia, pese a la encendida defensa que hizo el teniente Juan Carlos Franco, designado su defensor oficial.​ La defensa de Di Giovanni le costaría a Franco su baja del ejército, encarcelamiento y destierro. Severino fue fusilado el día siguiente, el primero de febrero de 1931.

Pocas horas antes de ser fusilado pide un café dulce desde su celda. Lo rechaza al probar el primer sorbo: "Pedí con mucha azúcar... No importa, será la próxima vez" dice con humor ácido. Muere fusilado al grito de Evviva l'Anarchia! (¡Viva la anarquía!). El escritor Roberto Arlt presenció la sentencia y escribió una redacción al respecto.

Su cuerpo está enterrado en el Cementerio de la Chacarita.

Efemérides. El 1 de Febrero de 1968 en el marco de la guerra de Vietnam, el jefe de la policía survietnamita, General Nguyen Ngoc Loan (1930-1998) asesina a un prisionero norvietnamita ante las cámaras de NBC. En Estados Unidos, esta imagen aumentó la oposición a la invasión estadounidense




Efemérides. 1 de Febrero de 1970. La Mayor tragedia ferroviaria en Argentina. Mueren 236 personas, en la ciudad de Benavídez (provincia de Buenos Aires), colisionan dos trenes.


En 1970 en la ciudad argentina de Benavídez (provincia de Buenos Aires), colisionan dos trenes, dejando un saldo de 236 muertos. Es la mayor tragedia ferroviaria del país hasta la actualidad. El accidente ferroviario de Benavídez de 1970 fue la mayor tragedia sobre rieles de la historia de Argentina. El mismo se produjo entre dos formaciones del Ferrocarril Mitre en el «km 36» del ramal Retiro Mitre - Rosario Norte, cerca de Benavídez, provincia de Buenos Aires produjo la muerte de 236 personas y heridas a más de 400. El hecho se produjo a las 20:30 del 1 de febrero de 1970 cuando un convoy del Ferrocarril Mitre proveniente de San Miguel de Tucumán embistió a otro que se encontraba detenido cerca de Benavídez, en una zona despoblada y con escasa iluminación.

Las investigaciones posteriores concluyeron que el maquinista del primero de los trenes no alcanzó a advertir que otra formación, que había salido de Zárate también con destino a Retiro, se hallaba detenida por una falla en mecanismos.

La colisión fue advertida por vecinos del lugar quienes de inmediato iniciaron los pedidos de auxilio y los primeros auxilios.

El tren número 1016 que viajaba desde Tucumán había partido con destino a Retiro a las 20:00 del día anterior y llevaba en el momento del accidente 48 minutos de atraso. El choque se produjo con el tren número 3832 que había partido de Zárate a las 18:50 y llevaba más de 40 minutos detenido mientras el maquinista y el mecánico trataban de reparar el inconveniente.

La locomotora del tren 1016 se incrustó en el último vagón del tren 3832 destrozándolo casi totalmente y elevándolo sobre la cabina de motores. Como consecuencia del violento impacto no solamente descarrilaron locomotoras y vagones, sino que además el penúltimo y antepenúltimo vagón del tren que se encontraba detenido sólo detuvieron su marcha, separados del que quedó unido con la locomotora, a unos 80 m del lugar del accidente.

Efemérides. 1 de febrero de 1886, Moría un héroe Puntano. Juan Esteban Pedernera


Juan Esteban Pedernera nacio en San José del Morro, actual provincia de San Luis en 1796 y murio el 1 de febrero de 1886 en Buenos Aires fue un militar argentino que fue vicepresidente y presidente provisional de su país en 1861. Participó en la Guerra de Independencia y en las guerras civiles de su país, y ejerció el cargo de gobernador de la provincia de San Luis. En 1815 se incorporó al Regimiento de Granaderos a Caballo de José de San Martín, con el que cruzó los Andes y actuó en las batallas de Chacabuco, Cancha Rayada y Maipú. Bajo las órdenes de Marcos Balcarce participó en la segunda campaña al sur de Chile, combatiendo en la batalla de Bío Bío.

Hizo también la campaña del Perú, donde cayó en manos de los españoles y fue liberado en el Callao. En 1822 contrajo matrimonio con la dama peruana Juana Rosa Heredia Cañas. Participó en las Campaña de Intermedios, luchando Ica, Mirave, Torata, Moquegua y Zepita. En la huida tras el fracaso de la campaña, su barco fue tomado por corsarios españoles y fue llevado prisionero a la isla de Chiloé. Escapó algún tiempo después y se trasladó con su esposa de regreso a la Argentina hacia 1826.

Al mando de un regimiento tomó parte en la guerra del Brasil, pero sólo después de la central batalla de Ituzaingó, por lo que estuvo casi inactivo. A su regreso, apoyó la revolución de Juan Lavalle contra el gobernador Manuel Dorrego, y fue uno de sus jefes de caballería en la batalla de Navarro, en la que fue ascendido a coronel. Luego se incorporó a la división del general José María Paz en su lucha contra Juan Bautista Bustos, luchando en las batallas de San Roque, La Tablada y Oncativo como jefe de una parte importante de la caballería.

Por orden del general Paz, incorporó a su regimiento —a la fuerza— a los soldados del caudillo federal derrotado, Juan Facundo Quiroga. Comandó una campaña por la sierra cordobesa, en que capturó y ejecutó a varios caudillejos federales, como los demás jefes de la represión de la resistencia federal.

Destinado a la frontera sudeste de Córdoba, en febrero de 1831 fue sorprendido por Ángel Pacheco en Fraile Muerto. Los soldados federales incorporados a su fuerza se pasaron al enemigo al principio de la batalla, y fue completamente derrotado. Tras la captura de Paz, siguió al general Lamadrid en su retirada a Tucumán, donde fueron derrotados en la batalla de La Ciudadela. En sus memorias, Lamadrid culpó a Pedernera de esa derrota, porque una maniobra inesperada suya causó el desbande de sus tropas. Emigró a Bolivia y Perú, donde le reconocieron sus antiguos servicios y sirvió en las filas de la Confederación Perú-Boliviana en la guerra contra Chile y los restauradores peruanos hasta su disolución en 1839.

En 1840 regresó hacia La Rioja para luchar contra el gobierno del general Juan Manuel de Rosas, enviado por la comisión argentina de emigrados antirrosistas, para ser el jefe de estado mayor del caudillo local Tomás Brizuela; éste lo ascendió al grado de general. Tras algunos desencuentros con Brizuela, se unió a las fuerzas del general Lavalle. Fue el jefe de la más importante división de caballería en la batalla de Famaillá, en que los unitarios fueron completamente derrotados. Acompañó a Lavalle hasta San Salvador de Jujuy, donde éste fue muerto por una partida federal, y se encargó del mando de las tropas que huían a Bolivia, llevando también el cadáver de Lavalle. En el camino, como el cuerpo comenzara a descomponerse, ordenó descarnarlo para huir con sus huesos hasta Potosí.

Regresó al Perú, incorporándose al ejército de ese país, con el grado de general. Permaneció allí trece años. En 1855 fue electo senador nacional por San Luis en el Congreso de Paraná. Un año más tarde fue nombrado comandante de la División de Ejército Sur, con sede en San Luis. En diciembre de 1858, al conocerse el asesinato del general Nazario Benavídez, ocupó con sus tropas la provincia de San Juan y aseguró la intervención federal a esa provincia.

En 1859 fue elegido gobernador de su provincia; se dedicó casi exclusivamente a organizar fuerzas militares para defenderse contra la agresión del Estado de Buenos Aires. Participó en la batalla de Cepeda, que obligó a Buenos Aires a unirse al resto del país, en octubre de 1859. Formó parte de la comisión que firmó el Pacto de San José de Flores con el gobierno porteño.

Poco después fue elegido para integrar la fórmula presidencial como vice de Santiago Derqui, que derrotó a la unitaria de Mariano Fragueiro y Antonino Taboada el 6 de marzo de 1859. Asumió la vicepresidencia y debió reemplazar a Derqui en varias oportunidades; especialmente cuando éste se trasladó a Córdoba a dirigir la intervención y a preparar el ejército para el nuevo enfrentamiento con Buenos Aires.

Después de la derrota de Justo José de Urquiza en la batalla de Pavón, en 1861, y tras la defección de Urquiza, Derqui se retiró del país, dejando una carta que fue interpretada como su renuncia. Pedernera asumió como presidente, con la intención de convencer al ex presidente de enfrentar a los porteños. Pero todo fue en vano, y tras la derrota de Cañada de Gómez, declaró caduco el gobierno de la Confederación, dejando abierto el camino de Bartolomé Mitre al poder. Había sido presidente durante 38 días.

Se retiró a la vida privada en San Luis, y falleció en Buenos Aires el 1 de febrero de 1886. Sus restos están sepultados a los pies del imponente monumento ecuestre inaugurado en 1915, y que honra su figura en la Plaza Pedernera de la localidad de Villa Mercedes, en la Provincia de San Luis.

Efemérides. 1 de febrero de 1930: Nace María Elena Walsh en Ramos Mejía (Pcia. de Buenos Aires); renovadora de la Canción infantil y autora de varios libros de poemas. Foto: La escritora Maria Elena Walsh en la librería 'el Ateneo' donde se reúnen varios escritores para firmar sus libros a los lectores que lo solicitan con motivo del día de la Primavera, 21 de septiembre de 1962.


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