martes, 30 de octubre de 2018

Efemérides. 30 de Octubre de 1939: Día de la Educación Física, se creó el Instituto Nacional de Educación Física, que concretó la incorporación de esta disciplina en los programas de educación de todas las escuelas del país, con el respectivo cuerpo de inspectores.


Cartelera de Cine y Teatro Cóndor. La edad del Amor con Lolita Torres. (año 1954) Ciudad de Mendoza


Cositas y costumbres de una Mendoza olvidada. Año 1968 un Verano con fuertes lluvias. (Por Rubén Lloveras)


En 1968 la provincia padece un verano de fuertes lluvias; en Tunuyán se desborda el río en 500 metros, dejando a varias familias aisladas.
En el Challao por las fuertes precipitaciones se desmorona un cerro de bentonita los desbordes se canalizan hacia Las Heras, especialmente por calle Paso de Los Andes, Berutti, Sarmiento y San Miguel. En algunos sectores la población, debe refugiarse en los techos de sus hogares. La tarea de remoción del lodo depositado por la corriente demuestra en algunos sectores una capa de hasta 1.50 metros. Los daños se calculan en 930 millones de pesos.

Lenin. (1870 - 1924)

Hijo de un funcionario, vio en 1887 como su hermano era ejecutado por participar en una conspiración para asesinar al zar. En 1895 fue arrestado junto a quién sería su mujer por sus actividades revolucionarias y deportado a Siberia hasta 1900. Exiliado en Suiza, volvió a Rusia para la revuelta de 1905 de cuyo fracaso se acusaron mutuamente los mencheviques, por un laso y Lenin y los Bolcheviques por otro. Dos años después abandonó nuevamente el país hasta 1917. Tras de la Revolución de Octubre, gobernó hasta un ataque de apoplejía en 1922. 


Obreros consiguiendo nafta mediante bombas especiales, prov. de Mendoza c.1940.


A Toda velocidad en el Velódromo. (año 1907)

Este primer velódromo de Buenos Aires estaba ubicado dentro del Parque 3 de Febrero, en las cercanías del mítico  Café de Hansen. Fué inaugurado en 1899 con la participación de ciclistas locales y europeos y como puede observarse contaba con una tribuna de madera. Tenía una intensa actividad deportiva diurna y curiosamente por las noche se convertía en un local bailable.


Fotógrafo no identificado. Colección Cuarterolo

La oposición saboteadora en Argentina.


Por Luciana Sabina Historiadora. 
Bernardino Rivadavia tenía en sus manos un país fundido, en guerra y al que debía reunificar. frente a él no sólo estaba Brasil.
Hacia 1821 Brasil anexó a su territorio la Banda Oriental, rebautizándola como Provincia Cisplatina. En setiembre del siguiente año -al independizarse de Portugal- el país vecino se transformó en un imperio gobernado por don Pedro, hijo del rey luso Juan VI. Esto generó rechazo en diversas regiones, incluido Uruguay. Los cabildantes montevideanos solicitaron entonces ayuda económica al gobierno de Buenos Aires, a cargo del gobernador Manuel Rodríguez. Debido a una insalvable situación económica la respuesta fue negativa. Sin embargo, Buenos Aires presentó apoyo a través de una protesta formal. 
Tres años más tarde un grupo de uruguayos se trasladó a Montevideo desde tierras bonaerenses para promover una sublevación. Eran los famosos "treinta y tres orientales", guiados por Juan Antonio Lavalleja. De regreso pidieron que se incorporara la Banda Oriental al actual territorio argentino. Por entonces Las Heras había sucedido a Martín Rodríguez y bajo ningún aspecto deseaba involucrarse en tamaña situación. Sin embargo, la voz opositora de Manuel Dorrego se alzó a favor. Tamaño desvarío tuvo eco en el Congreso y en una sociedad entusiasmada con ayudar a los uruguayos, sin medir nuestras posibilidades reales de poder hacerlo. Ante estas y otras claras señales de apoyo al grupo rebelde, Brasil nos declaró la guerra el 25 de octubre de 1825. 
Mientras esto sucedía, Bernardino Rivadavia regresaba a la Argentina. Su viaje a Inglaterra había sido una total pérdida de tiempo, especialmente porque no pudo concretar los negocios que se había propuesto en torno a la minería. 
Debido a las tensiones que generaba la guerra, fue sancionada la Ley de Presidencia. Días más tarde, en febrero de 1826, Rivadavia se convirtió en nuestro primer presidente. Dorrego y Manuel Moreno -hermano de Mariano- criticaron, acertadamente, la desprolijidad del acto: era institucionalmente aberrante dictar la Ley de Presidencia antes de promulgar la Constitución, que recién se sancionó meses más tarde. Desde su banca de diputado Dorrego criticaba la solución que Rivadavia daba a un problema al que él mismo nos había llevado, en gran medida. Cualquiera que haya escuchado los discursos del bloque kirchnerista en el Congreso, durante el tratamiento del presupuesto 2019, puede entender de qué hablamos.   
Dorrego no se detuvo allí. Mientras el gobierno central se preparaba bélicamente, visitó a los caudillos en las provincias convenciéndolos de oponerse y no colaborar. 
Bernardino Rivadavia tenía en sus manos un país fundido, en guerra y al que debía reunificar. Frente a él no sólo estaba Brasil, sino también una oposición saboteadora que solo velaba por sus intereses. Los costos de esta inmadurez política no sólo cayeron sobre el presidente, también sobre el pueblo y el mismo Dorrego, quien terminó siendo fusilado en Navarro cuando las tropas regresaron de aquella masacre sin sentido. 
Ante estos mecanismos de vigente tradición y larga data es válido preguntarse: ¿será que alguna vez el circo inoperante y absurdo que montan algunos de nuestros políticos acabará?

Moda. Jean Patchett en traje de baño de terciopelo negro, Vogue, 1951. Foto: Horst.P.Horst.


Niñas en primera comunión. (año 1890)

La primera comunión era un motivo impostergable para la visita al estudio fotográfico. Esta imagen fue tomada el día de la Inmaculada Concepción.

A. Dellarole y Hno. Colección Abel Alexander. 


Locomotora "General Sucre". Ferrocarril del Oeste, c.1900. Fot.: Antonio Pozzo.


Productos Águila. Revista Rico Tipo N° 485. Buenos Aires, 09 de junio de 1954.


Local de comida rápida, Buenos Aires 1927.


lunes, 29 de octubre de 2018

Cositas y costumbres de una Mendoza olvidada. 7 de abril de 1885 se inaugura oficialmente el Ferrocarril Andino. (Por Rubén Lloveras)


El 7 de abril de 1885 se inaugura oficialmente el Ferrocarril Andino. Cerca de 13:30 horas, se divisan las locomotoras bautizadas con el nombre de “Maipú” y “Paraguay”, a su paso los pobladores agitan banderas argentinas y pañuelos blancos vivando al presidente Roca, mientras el tren ingresa despacio en las nuevas y relucientes instalaciones.
El general Roca desciende del vagón presidencial vestido de gala, de otros vagones bajan las autoridades que acompañan la comitiva. Se divisa la figura del apreciado político que en ese momento ocupa la cartera del Interior, Bernardo de Irigoyen es saludado efusivamente. También bajan los doctores Miguel Angel Juárez Celman, Luis y Roque Saenz Peña, quienes son parte de los 300 selectos invitados, por primera vez en la historia, Mendoza recibe cuatro personalidades que en algún momento ocuparon u ocuparán el “sillón de Rivadavia”.

domingo, 28 de octubre de 2018

Dinero heroico: las fortunas de los próceres - Por Luciana Sabina


En 1820 gran parte de nuestro país estaba en bancarrota. Buenos Aires no era la excepción. Las familias principales de la ciudad -como los Escalada- se habían dedicado hasta entonces al comercio, pero la Revolución abrió las puertas a los ingleses, quienes los desplazaron en meses. Muchos debieron reinventarse y encontraron en la ganadería un nuevo rumbo. Nació así la oligarquía terrateniente bonaerense, que tuvo al país en sus manos durante muchos períodos, comenzando por el de Rosas. Así, la estirpe rural quedó conformada por apellidos como Anchorena, Álzaga, Lezica, Riglos, Santa Coloma, Sáenz Valiente, Unzué y Aguirre.  
Muchos de estos terratenientes se vieron beneficiados por la la polémica Ley de Enfiteusis, promulgada por el gobierno de Bernardino Rivadavia. La Enfiteusis era una forma de contrato -muy utilizado en la Antigua Roma y de popularidad medieval- que consistía en alquilar terrenos a perpetuidad o por un número determinado de años. La ley tuvo varias falencias. Establecía, por ejemplo, que los vecinos debían tasar el valor de las tierras cuando alguno de ellos deseara ocuparlas. Así, ya sea por presión, corrupción o amistad, las tasaciones eran bajísimas e irrisorias y el Estado resultó constantemente defraudado. Entre los más beneficiados encontramos a un acérrimo enemigo político de Rivadavia: Manuel Dorrego, que obtuvo nueve leguas. Así, las tierras fueron concentrándose en pocas manos. Durante el gobierno de Rosas, sus amigos y parientes resultaron ser los más beneficiados. 
Con respecto al Restaurador, en un principio amasó una inmensa fortuna apelando a su capacidad. Siendo muy joven discutió con sus padres y decidió comenzar casi desde cero. Gracias al empeño y la elección de buenos socios, como Juan Terrero y Luis Dorrego (hermano de Manuel), se construyó a sí mismo tejiendo poderío económico.
Un gran aliado de Rosas, Facundo Quiroga, manejó La Rioja como quiso, mientras sus arcas engordaban. Su máscara “salvaje” cae un poco cuando advertimos que fue un notorio empresario. Por ejemplo, fundó una compañía minera, otra para acuñar monedas y obtuvo de Catamarca la concesión sobre los yacimientos mineros provinciales. Gozaba además de un monopolio ganadero. Quiroga fue prestamista, tanto de particulares como de provincias. Poseía el dinero suficiente como para dar préstamos al Estado. Según el testamento que dejó, su fortuna alcanzaría hoy más de 100 millones de pesos, tanto que su hija pudo comprarse una isla. 
Conocida es la gran fortuna de Urquiza, gracias a la cual pudo darse lujos como el de poseer la primera conexión de agua corriente del país. Si bien llegó al poder siendo ya un gran terrateniente de Entre Ríos, al morir era dueño de la mayoría de las tierras y fábricas de su provincia. Al morir poseía numerosas haciendas que comprendían un total de 923.125 hectáreas, a esto se debe sumar -siguiendo a Beatriz Bosch- una gran cantidad de pequeñas chacras y quintas, además de numerosas propiedades urbanas en no sólo Entre Ríos, también en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires.  
Otro habitante ilustre en las memorias del estratega cordobés es el General San Martín. Podemos definir como inestable a la economía del Gran Capitán. Llegó a padecer penurias, pero estuvo lejos de morir en la pobreza. Básicamente, su suerte mejoró al convertirse en albacea testamentario de Alejandro Aguado, uno de los hombres de mayor fortuna en Europa. Si bien este fallece en 1835 dejándole una considerable suma al prócer, muchos estudiosos coinciden en que actuó, al menos desde 1833, como benefactor. Simultáneamente, San Martín comenzó a percibir pensiones que los gobiernos americanos le debían. Entre 1834 y 1835, Don José, adquirió dos propiedades, una de estas sumamente lujosa.  
En uno de aquellos hogares visitó Sarmiento a San Martín en los años 40 del siglo XIX. 
Al morir, Sarmiento dejó muy poco a sus deudos en materia económica, entre las pertenencias un inmueble comprado hacia el final su vida -actualmente Casa de San Juan en Buenos Aires- y otro en Paraguay, cuyo terreno le fue donado por el gobierno de aquel país. 

Hasta aquí, parte de un acotado recorrido por las finanzas patrias que en algún momento retomaremos con más casos
https://losandes.com.ar/article/view?slug=dinero-heroico-las-fortunas-de-los-proceres-por-luciana-sabina


Cositas y costumbres de una Mendoza olvidada. El Tranvías a Caballo..... (Rubén Lloveras)

El 6 de abril de 1885 se inaugura la primera línea de Tranvías a Caballo, el recorrido se inicia en la nueva estación del ferrocarril extendiéndose por av. Las Heras, av. San Martín hasta Colón, los coches se desplazan por vías colocadas para ese fin.

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