Foto Gentileza del museo de Bodegas López.
Representa un caso excepcional dentro de la industria vitivinícola argentina iniciada en 1898 continúa hoy en manos de la familia fundadora. Más de 114 años de tradición ofreciendo la misma calidad de siempre, labrando una historia desde el trabajo y el amor al detalle.
Su fundador José López Rivas llegó en 1886 proveniente del pueblo de Algarrobo en Málaga, España, donde cultivaba junto a su familia predios con viñas y olivos. Decidió instalar sus viñedos en el país y escapar así de una devastadora plaga, la filoxera, que afectaba a las vides en Europa.
En 1898 se arraigó definitivamente en Mendoza, y el peso de la tradición vitivinícola familiar no tardó en aflorar. En el mes de Marzo comenzó la elaboración de sus propios vinos de las mejores zonas, producidos hasta la fecha con cepas propias y un principio que se mantiene desde entonces: controlar todos los pasos de la elaboración, cuidando y supervisando cada detalle.
Estos primeros vinos, comercializados en cascos de roble, tuvieron gran aceptación debido a su grado de calidad. Pronto la demanda superó a la producción, y ante la necesidad de aumentarla, José López Rivas compró una parcela de tierra en el Distrito de General Gutiérrez, departamento de Maipú, donde se construyó la actual Bodega.
Aquel año (1898), el 19 de septiembre nacía José Federico López, hijo único de José López Rivas, continuador directo del espíritu y acción paternos. Quien hasta poco antes de cumplir los 80 años de vida, guiaría los destinos de la futura empresa familiar.
El segundo de pie, de izquierda a derecha es mi tío José Cívico, llegados de Algarrobo, Malága a Mendoza, en el año 1907
ResponderBorrarEl segundo operario, de pie, de izquierda a derecha, es mi tío José (Pepe) Cívico, llegados de Algarrobo, Málaga, a Mendoza en el año 1907
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