domingo, 27 de septiembre de 2015

Parte del Edificio que ocupaba el Casino, en el Plaza Hotel. (año 1928) Mendoza


En 1928, el Casino de Mendoza, conocido oficialmente como el "Gran Hotel y Casino Provincial de Mendoza", era un lugar emblemático de lujo y entretenimiento en la ciudad de Mendoza, Argentina.  El casino probablemente estaba diseñado con un estilo arquitectónico que mezclaba la elegancia europea con detalles locales. Podrías imaginarlo con altos techos, grandes ventanales, y decoraciones interiores que incluían maderas nobles, cristales, y tal vez algún toque art déco, un estilo que estaba en auge en esa época. Además del juego, el casino ofrecía una variedad de actividades para atraer a los visitantes. Habría tenido salones de baile donde se realizaban eventos sociales y bailes formales. La música en vivo, probablemente orquestas o bandas de jazz, era común en estos lugares. Los juegos de mesa como la ruleta, el blackjack, y el póker eran populares. También había máquinas tragamonedas, aunque no tan avanzadas tecnológicamente como las de hoy. La atmósfera estaba cargada de emoción y el sonido característico de las monedas y las fichas. La vestimenta era formal. Hombres en trajes y mujeres con vestidos elegantes eran la norma. El protocolo era estricto; había un código de conducta que se esperaba que todos los visitantes respetaran. El casino probablemente tenía restaurantes y bares donde se servían comidas finas y bebidas de alta calidad. En un lugar como Mendoza, era común encontrar vinos locales de excelente calidad. La clientela era variada, pero predominantemente de clase alta y media alta. También atraía a turistas de otras partes de Argentina y extranjeros, especialmente en una época en la que Mendoza era un destino turístico en crecimiento. El casino no solo era un lugar de juego sino también un centro social. Los eventos culturales, las reuniones de negocios, y las noches de gala hacían que el casino fuera un punto de encuentro importante en la vida social mendocina. Aunque no había la tecnología moderna que conocemos hoy, el casino de 1928 estaría equipado con las comodidades de la época, como iluminación eléctrica, sistemas de ventilación, y tal vez incluso algún tipo de sistema de sonido avanzado para la época. El Casino de Mendoza de 1928 representaba un microcosmos de la alta sociedad de la época, un lugar donde la moda, la música, el juego y la socialización se entrelazaban en un ambiente de sofisticación y lujo.

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