viernes, 16 de octubre de 2015

He aquí un vistazo poco común a Thomas Edison en un momento con Henry Ford.


Thomas Edison y Henry Ford compartieron una amistad notable que se extendió a lo largo de sus vidas, marcada por el respeto mutuo y la colaboración en varias ocasiones. En 1896, Henry Ford, entonces empleado en la Edison Illuminating Company en Detroit, asistió a una convención en Nueva York organizada por la Association of Edison Illuminating Companies. En esta convención, Ford tuvo la oportunidad de encontrarse con su héroe de juventud, Thomas Edison. Edison, ya famoso por sus inventos en el campo de la electricidad, estaba explorando ideas para vehículos eléctricos. Durante una cena en el evento, Ford mencionó su trabajo en un vehículo con motor de gasolina, algo que despertó el interés de Edison. Según los registros, Edison animó a Ford a continuar con su proyecto, diciéndole "¡Eso es lo que buscas!" o algo por el estilo. Este consejo fue crucial para Ford, quien más tarde dijo que las palabras de Edison lo impulsaron a seguir adelante con sus esfuerzos en la industria automotriz La amistad entre Edison y Ford se solidifico con el tiempo. En 1916, Ford compró una casa de vacaciones en Fort Myers, Florida, adyacente a la propiedad de Edison, conocida como "Seminole Lodge". Esto permitió que los dos amigos pasaran tiempo juntos fuera de sus obligaciones empresariales y de inventiva. En 1914, cuando el laboratorio de Edison en West Orange, Nueva Jersey, fue destruido por un incendio, Ford, reconociendo la importancia de Edison para el mundo tecnológico, le ofreció un cheque de $750,000 para ayudarle a reconstruir. Este gesto no solo muestra la profundidad de su amistad sino también el respeto y apoyo mutuo entre dos innovadores. Aunque ambos eran conocidos por sus inventos relacionados con la electricidad y la automoción, tuvieron una colaboración notable en el desarrollo de baterías para vehículos eléctricos. Edison trabajó en una batería de níquel-hierro que era más eficiente y duradera que las baterías de plomo-ácido comunes en la época. Aunque Ford es más famoso por el Model T con motor de combustión interna, él y Edison exploraron la viabilidad de los vehículos eléctricos, aunque estos nunca alcanzaron la producción en masa que Edison había anticipado. La relación entre Edison y Ford es un ejemplo de cómo la colaboración entre individuos con diferentes áreas de expertise puede fomentar la innovación. Aunque Edison no logró ver su visión del automóvil eléctrico convertirse en la norma, su influencia en Ford y la tecnología de las baterías sentó las bases para el resurgimiento del interés en los vehículos eléctricos décadas después. Su amistad, que se mantuvo fuerte hasta el final de sus vidas, también refleja cómo los lazos personales pueden influir en el curso de la historia tecnológica y empresarial.

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