Los errores siempre pueden ser perdonados si tienes el coraje para admitirlos. Todos somos humanos, y estamos destinados a cometer errores en algún punto de nuestras vidas. No importa que tan grande sea el error, siempre hay una oportunidad de hacerlo bien. No debemos temer a confesar cuando hacemos algo mal y aceptar las consecuencias de nuestras acciones. Debemos tener el coraje para admitir nuestros propios errores y enfocar nuestra energía en aprender de ellos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario