Después de que su avión fuese bombardeado en combate, el Sargento inglés Nicholas Stephen Alkemade, de entonces 21 años, decidió saltar antes de morir en la aeronave. Eso si, saltó sin paracaídas, por lo que se precipitó a tierra desde una altura de 5500 metros. Lo increíble es que no solo sobrevivió, sino que su única herida fue una torcedura de pie, ya que cayó sobre ramas de pinos y nieve que acolchonaron su caída.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario