domingo, 29 de enero de 2017

Una quinta muy normal La Quinta Agronómica inició una era nueva en la vitivinicultura mendocina, dejando atrás las prácticas coloniales. Su curiosa y fructífera historia.hec

 
El establecimiento de la Quinta Agronómica, a mediados del siglo XIX, inició una era progresista en la agricultura de Mendoza  y produjo que la industria del vino despegara y trascendiera en el mundo. De esta forma quedaron atrás las antiguas y rudimentarias técnicas coloniales. 
Aquellos hombres vieron, a través de la educación, el futuro que tenía nuestra provincia y lograron que esas generaciones fueran las pioneras en el desarrollo agrícola. Uno de los más destacados innovadores fue el francés Miguel Pouget quien dejó su legado.
 

 Un hechizero llamado Pouget
El ingeniero Miguel Amado Pouget, nació en Francia en 1821, se especializó en horticultura. Aquel joven tuvo que exiliarse de su país natal por poseer una ideología liberal. Partió a Sudamérica y se radicó en Chile. Fue en aquellos tiempos que Domingo F. Sarmiento se contactó con él y lo convenció para que se estableciera en nuestro país. 
Pouget llegó en 1853 a Mendoza e inmediatamente se lo designó como director de la flamante Quinta Normal de Agricultura, proyecto que fracasó por la burocracia oficial. Además de ser docente en temas agronómicos, se dedicó al comercio del vino, de la apicultura y de la hortaliza. Entre otras actividades fue un gran inventor. Muchos mendocinos lo llamaban el hechicero porque conocía ampliamente las técnicas de injertos.
Falleció en nuestra provincia el 29 de noviembre de 1875.
 La necesidad de mejorar
Los orígenes de la Quinta Agronómica se remontan a 1852. Un año después, el 6 de setiembre, la legislatura provincial dictó una ley en donde se creó la Quinta Normal de Agricultura, durante la gobernación de don Pedro Pascual Segura. Su primer director fue Pouget quien ocupó ese lugar hasta 1858.
Aquella quinta estaba muy alejada de la vieja ciudad y comprendida por los terrenos limitados por la actual calle Belgrano hacia el este; Juan B. Justo al norte; el zanjón Frías hacia el sur y por el canal Jarillal -hoy Boulogne Sur Mer- al oeste. Aquella quinta siguió con sus actividades hasta el terremoto de 1861.
 Otra vez Sarmiento
Tiempo después, el Congreso Nacional convirtió en Ley un proyecto de Sarmiento de fomentar los estudios sobre agricultura a través de la instalación de Departamentos de Enseñanza Profesional Agronómica, en cada uno de los colegios nacionales Mendoza, Salta y Tucumán. 
El 13 de mayo de 1873, el Poder Ejecutivo provincial nombró una comisión encabezada por José Torres, el ingeniero Vigi y Carlos González para la ubicación de terrenos e edificios para el Departamento Agronómico y Quinta Normal. 
El Estado mendocino, mediante un empréstito que solicitó a varios bancos de la provincia, expropió con el objeto de establecer allí la Quinta Agronómica un gran terreno cuya propiedad pertenecía a doña Angela Videla de Moyano. De esta forma, comenzó la Escuela.
Durante la primer presidencia del general Julio A. Roca (1880 -1885) un decreto nacional dispuso la autonomía del entonces denominado Departamento Agronómico, el cual pasó a constituirse en Escuela Nacional de Agricultura de Mendoza que fue reorganizada en lo planes de estudio, mediante el cual los alumnos lograban, después de cuatro años, el título de peritos agrícola pionera a nivel nacional. 
Los primeros egresados de esta escuela fueron siete. Se llamaban: Alejo Morel, Vicente Becerra, Florencio Ortiz, Lucio Cabral, Belarmino Funes, Luis Barcia y Eliseo Milán.
La ceremonia se realizó en marzo de 1886, en el Teatro Municipal de ciudad, con la presencia del gobernador de la Provincia, general Rufino Ortega. A fines de ese año, egresaron cinco alumnos más.
 Una bodeguita
La Quinta Normal de Agricultura siguió funcionando y años después, por una iniciativa del diputado nacional Angel Ceretti, se creó la escuela de vitivinicultura y enología en el mismo predio. 
En 1897 esta escuela inició su actividad y su primero director fue el ingeniero Domingo Lino Simois quien contó con el apoyo del Estado nacional.
En poco tiempo llegaron al establecimiento numerosos alumnos de distintas provincias y la escuela, como carecía de bodega, construyó una muy precaria que sirvieron para las primeras elaboraciones del vino. Al finalizar el siglo XIX egresaron los primeros alumnos con el título de Capataz y administrador de Viñas y Bodegas.
A principios del siglo XX se erigió la bodega, actualmente una parte de ésta se conserva a un lado del Centro de Congresos y Exposiciones- ya que gran parte del edificio fue demolido hace 52 años para construir la avenida Peltier. 
Cuando se creó la UNCuyo en 1939, la escuela de vitivinicultura y enología fue trasladada a San Juan y en ese mismo predio se estableció la Facultad de Ciencias Agrarias, entonces llamada Escuela Superior de Agronomía.
Fuente: http://www.losandes.com.ar/article/una-quinta-muy-normal

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