martes, 23 de mayo de 2017

Mayo mendocino: cuatro valiosos patriotas La noticia del nuevo gobierno llegó en junio de 1810. Las personalidades que aquí, en este rincón de la colonia, apoyaron a la nueva Junta de Gobierno.


Conoceremos a cuatro comprovincianos que lucharon con fervor por la formación de un nuevo orden.

Corvalán, el que trajo la noticia 

En la noche del 13 de junio de 1810, un joven oficial de milicia desmontó rápidamente de su caballo para ingresar a la sala del Cabildo mendocino. Se llamaba Manuel Corvalán y llevaba los despachos de la “Junta Gubernativa” que se instaló en Buenos Aires el 25 de mayo de ese mismo año.

La buena nueva estremeció a las autoridades que, inmediatamente, se reunieron en la sala Capitular y resolvieron convocar a los vecinos más representativos de la ciudad para que participaran. En un costado estaba el oficial Corvalán, rodeado de un público eufórico que le preguntaba por los acontecimientos desarrollados en Buenos Aires.

Uno de los cabildantes leyó el acta del cabildo abierto del 25 de mayo, la cual comunicaba que había sido depuesto el virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y que se conformaría una Junta a favor del Rey Fernando VII. Todos celebraron este acontecimiento. Sin embargo, las autoridades que en ese momento gobernaban Cuyo, y algunos vecinos influyentes, se resistieron a reconocer a aquel gobierno pues dudaban de su legitimidad. Fueron días de alta tensión: Manuel Corvalán y otros patriotas debieron ponerse firmes para que se reconociera a la Junta.

Desde ese momento, Manuel Corvalán abrazó la causa americana con toda su pasión. Había nació en 1774 y cuando el General San Martín llegó a Cuyo como gobernador intendente en 1814, fue su gran colaborador. Falleció en la ciudad de Buenos Aires en 1847.

Bernardo Ortiz, un cruel destino 

Ortiz fue uno de los tantos que participó activamente de esta convocatoria realizada por el Cabildo mendocino en los primeros días de junio de 1810. La difícil situación que se vivía en esos tiempos tuvo una respuesta favorable al convocarse una nueva asamblea, en la cual se decidió elegir a un diputado para que representara a Mendoza ante la Junta.

El nombramiento recayó en Bernardo Ortiz. El diputado, electo por un número elevado de votos, inspiraba respeto y confianza en su integridad de carácter. Pero Bernardo Ortiz sobrellevaba una delicada enfermedad y cuando se disponía a viajar a Buenos Aires, la muerte lo sorprendió el 16 de setiembre de ese año. Fue uno de los patriotas de la primera hora y su legado dejó imborrables huellas en nuestra historia.

Isidro Sáenz de la Maza, el más fervoroso patriota 

Quizás el más apasionado de todos los vecinos que fueron reunidos en el Cabildo para decidir sobre el destino del nuevo gobierno, fue el capitán de milicias Isidro Sáenz de la Maza, padre del recordado diputado por Mendoza en el Congreso de Tucumán, Juan Agustín. Entre tanto, los funcionarios reales permanecían en duda acerca de la aceptación de la Junta (puesto que ellos esperaban información de Córdoba, epicentro colonial al que en aquel entonces pertenecía jurídicamente Cuyo), pero deslizaban su posición contraria a la del gobierno de Buenos Aires. Esta indecisión despertó temor en la oposición de las autoridades reales. De modo que aquel mismo invierno un grupo de vecinos, acaudillados por el comandante de Urbanos, Isidro Sáenz de la Maza, se reunieron en la casa del alcalde de segundo voto.

Más de ochenta comerciantes, hacendados, milicianos y clérigos, invocaron al ‘Fiel, Leal y Valiente Pueblo de Mendoza’. El comandante de armas Faustino Ansay fue depuesto del cargo y le sucedió el capitán de milicias Isidro Sáenz de la Maza. 
Luego de los acontecimientos del 26 de junio, el Cabildo pidió la destitución de Ansay y otros funcionarios para apoyar a la Junta de Buenos Aires.

Manuel Molina, diputado por Mendoza 

El licenciado Manuel Ignacio Molina nació en Mendoza en 1758. Su historia se resume en distintos cargos en el Cabildo. Lo cierto es que Molina tuvo una participación destacada y hasta fundamental, en los episodios revolucionarios de Mendoza. No dudó un momento en tomar las armas, a pesar de su condición de civil, para defender su tierra de los oficiales españoles que oponían resistencia. Vastas pruebas de heroísmo y de idoneidad profesional permitieron que fuera electo diputado por Mendoza a la Junta Provisional de Buenos Aires. Se sabe que fue un gran amigo y colaborador del general San Martín en aquella gesta de libertad.

Fuente; http://www.losandes.com.ar/article/bicentenario-490591

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