Efemérides. Cruce de los Andes. San Martín solicita 4 meses de licencia por razones de salud, y respuesta de Balcarce denegando dicha solicitud. Mendoza, 27 de agosto de 1815.

Transcripción:

Excmo. Señor

El deplorable estado de mi salud me hizo tener ayer una junta de facultativos: estos de común parecen opinar que mi existencia no podía prolongarse arriba de un año si inmediatamente no mudaba de temperamento y seguro seguía una vida tranquila hasta reponerme. Sin estas consultas ya estaba persuadido de esta verdad: tres meses hace Excmo. Sr que para dormir un breve rato, debe ser sentado en una silla: los repetidos vómitos de sangre especialmente me debilitan a lo sumo. Yo no solicito de más de V.E. que los cuatro meses de licencia para reponerme, bien sea en el Valle de Catamarca o la Sierra de Córdoba, de cuyo último temperamento tengo ya experiencia, y lo preferiría como ser sus actuales circunstancias. Yo bien sé Excmo. Sr. que tal vez los díscolos o descontentos de esa Capital no dejarán de esparcir la voz de que mi solicitud es hija de algún resentimiento particular. Esta consideración y la del vivo reconocimiento que le tengo a V.E. por las distinciones con que me ha honrado es lo que ha motivado mi demora para exponer esto mismo con más antelación. Pero ya es demasiado exigente mi necesidad y mi vida peligra.

Yo estoy bien seguro que V.E. accederá a mi súplica, seguro de que mi palabra ofrece a V.E. hacer el último sacrificio en beneficio de mi Patria y obsequio de V.E. en el momento que mi salud se reponga.

Dios g. a V.E. m. a. 

Mendoza, 27 de agosto de 1815

Excmo. Sr. José de San Martín

Septiembre 9 de 1815

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Dígasele que en el estado crítico en que se halla el País, aguantando de un momento a otro los grandes resultados del Ejército del Perú, no puede exponerse a hacer una renovación de su destino, sin aventurar un trastorno de la Provincia al tiempo también que en algunos pueblos disidentes debe asomar la unión que es la base de nuestra salvación, para reparar (...) quebrantos; y para esperar también otra expedición peninsular de más de veinte mil hombres que se preparaba en Cádiz según la copia del decreto de Fernando 7° que debe acompañar; y si alguna vez tiene el Estado derecho a exigir el sacrificio de la vida de un oficial es la que el Gobierno le exige el de la suya, por el tiempo preciso de una crisis que por momento se espera; y que después de este caso el Gobierno atenderá lo más pronto posible a proporcionarle el intervalo de descanso a que aspira.

Balcarce