La discoteca Kiss era frecuentada por jóvenes de entre 18 y 24 años, en su mayoría estudiantes universitarios, esa noche en particular, la del 26 de Enero, se hacía la fiesta llamada “Agromerados” y había estudiantes de las carreras de Pedagogía, Agronomía, Medicina Veterinaria y Zootecnia que asistieron a ver a 2 bandas que tocarían en vivo. Pese a que el local estaba habilitado para 700 personas, en el local había mas de 1300 asistentes. Las entradas no eran anticipadas, se vendían dentro del local y se exhibía el ticket para pode salir. A las 2:30 de la madrugada del 27 de Enero, subió al escenario el grupo “Gurizada Fandangueira”, para dar impacto a su presentación, lo hicieron bajo una cortina de chispas, se trataba de un fuego artificial llamada “Lluvia de plata”. En uno de los costados del escenario se prendió fuego el material aislante acústico, las llamas rápidamente se extendieron a todo el local. El griterío y la avalancha hacia la puerta hicieron creer a los porteros que un grupo quería irse sin haber pagado y trabaron la única puerta. Cuando las llamas de materiales plásticos generaron humo tóxico el abrir las puertas no solucionó el drama que se había generado en su interior. Cuando los bomberos arribaron al lugar y lograron controlar las llamas, se encontraron con cerca de 80 fallecidos en la pista de baile, en su mayoría quemados, y parecía que ese sería el saldo final, pero al acceder al baño se tomó dimensión de la tragedia, en él había mas de 100 cadáveres sin quemadura alguna. Cuando se desató el incendio y el humo invadió el lugar mucha gente confundió la puerta del amplio baño con la de salida y comenzaron a empujar hasta que el intenso humo tóxico los mató. El saldo fue de 239 fallecidos y casi 200 heridos, la mayoría de ellos presentaban “Neumonítis Química” producida por gas cianurado, pudieron salvarse gracias a la rápida intervención del gobierno de Canadá que envió especialistas en esa afección y equipos para su tratamiento. La tardía inspección gubernamental descubrió la habilitación vencida, ausencia de extintores, ausencia de salidas de emergencia, revestimientos tóxicos e inflamables, ademán no poseía personal entrenado para asistir en una evacuación. La investigación determinó responsabilidades de los dueños del local y un integrante de la banda, además de complicidades de bomberos, policías y funcionarios, el deliberado robo de los videos de seguridad, provocó el cambio de carátula de Homicidio culposo a Homicidio con engaño, mucho mas grave según el código penal brasileño. Aún no hay condenas firmes por la masacre.
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