Su padre le costeó sus estudios musicales con Friedrich Wilhelm Zachau, quien a los 17 años lo nombró organista de la catedral de Halle. Buscando inspiración y prestigio se trasladó a Hamburgo y luego a Roma donde realizó interpretaciones y composiciones para el clero local. Cuando su obra “Reinaldo” se estrena en Londres, causó un suceso enorme y se hizo de una reputación inesperada. Esto lo decidió a trasladarse a Inglaterra, allí recibe el encargo de crear el “Royal Academy of Music” para el cual compuso mas de 10 operas que fueron interpretadas paulatinamente en ese ámbito por destacados músicos locales. Durante los siguientes 10 años fue un catalizador del talento local, antes de morir “Jorge I”, le concedió el “acta de Nacionalización” por considerarlo un brillante exponente de la cultura local. Luego de 10 años se trasladó a Dublín donde se dedicó a la composición de inolvidables Oratorios, como “Mesías”. En 1751 perdió la vista, que no le impidió seguir componiendo y dirigiendo orquestas, lo que lo elevó hasta la veneración de sus seguidores, llegó a ser el máximo exponente del Barroco y llevó sus talentos, no solo a las altas sociedades, sino que en Londres hizo popular sus obras, convirtiéndose en el primer músico que componía para el “Público”. El 14 de Abril de 1759 se desmayó mientras dirigía “El Mesías” y falleció horas después, dejando una nutrida cantidad de obras maestras para la posteridad como 43 operas, Oratorios, música orquestal y para piano, sus restos fueron sepultados con todos los honores en la Abadía de Westminster, en el panteón de los hombres más célebres de Inglaterra.
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