Desde antes de la declaración formal de la independencia en 1816 la Argentina se vio envuelta en un estado de guerra civil constante, principalmente entre el centralismo y el federalismo. En 1831 una débil organización llamada "Confederación Argentina" parecía iniciar un período de paz, pero fue solo una ilusión, el dominio real del país estaba en manos del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, desde 1835 a cargo de Juan Manuel de Rosas que aplastó uno a uno los intentos de cuestionar su dominio. Desde 1844 con la invalorable ayuda de Rosas, Manuel Oribe, que se consideraba líder legal del Uruguay, mantenía sitiada la ciudad de Montevideo, solo la presencia naval inglesa y francesa mantenía el equilibrio en el Río de La Plata. En 1850 ambas fuerzas extranjeras de buena relación con Rosas se retiran dejando que el sitio de Montevideo se transforme en bloqueo. El principal perjudicado del bloqueo era su socio comercial Entre Ríos, su gobernador Justo José de Urquiza se enfrentó a Rosas por su apoyo a Oribe y comenzó a pregonar un cambio aduciendo que 15 años de gobierno de Rosas ya eran suficiente. El Imperio del Brasil decide apoyar a Montevideo para instaurar un gobierno legítimo, Rosas se prepara para la guerra y envía tropas a Urquiza, pero este forma una alianza con Corrientes y Brasil para vencer a Oribe, Buenos Aires y Rosas en persona tomaron esto como una traición y la guerra se tornó inevitable. Oribe se rindió pero la alianza no se disolvió, se reorganizó como el "Ejército grande" y a fines de 1851 le declaró la guerra a la Confederación Argentina, o sea a Buenos Aires. Rosas asumió el mando de su ejército y en un error histórico salió en busca de sus enemigos, con 22 mil almas entre jinetes, infantes y artilleros, no todos estaban aptos o entrenados para combatir. Por su parte, el "Ejército Grande" poseía una fuerza similar con apenas un puñado mas de jinetes y también con las mismas falencias de entrenamiento, los mejores hombres de Brasil y Uruguay se habían quedado como reserva en Colonia de Sacramento. La mañana del 3 de Febrero de 1852 las fuerzas se encontraron en los terrenos de la estancia de la familia caseros y se inició la batalla, esta tuvo dos rasgos atípicos, las fuerzas de Urquiza no tenían un líder definido, cada batallón hizo lo que le parecía adecuado y a pesar de ello resultó vencedora. El otro dato extraño es que pese a que la batalla duro 6 horas, en un ámbito reducido y habiendo participado cerca de 50 mil combatientes solo hubo unos cientos de muertos. Rosas derrotado se retiró a Buenos Aires donde protegido por el cónsul británico Robert Gore, se embarcó en la fragata británica Centaur rumbo al exilio en Gran Bretaña. Buenos Aires acéfala quedó sumergida en el caos, saqueos, vandalismo y anarquía reinaron por 4 días hasta que Urquiza envió 6 batallones para restablecer el orden, 15 días después, él mismo ingresó triunfal a la ciudad montando el caballo de Rosas. Esta batalla marcó el inicio de la organización definitiva de la nación Argentina.
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