La enfermedad fue tipificada en 1789 por el médico inglés Michael Underwood quién la describió como una debilidad acusada de las extremidades inferiores. El siguiente avance llegó en 1908 cuando dos médicos austríacos, Erwin Popper y Karl Landsteiner (el mismo que descubrió los grupos sanguíneos), concluyeron que la enfermedad está causada por un agente infeccioso y lograron aislar el virus, en estos trabajos se basaron los australianos Frank M. Burnet y Jean Macnamara, que en 1931 identificaron las tres variedades de virus que producen la enfermedad. El anteúltimo gran paso en el camino hacia el descubrimiento de la cura lo dio el virólogo John Enders, que en 1948 descubrió la manera de cultivar el virus en el laboratorio. Paralelamente a esos avances la Poliomielitis se había convertido en la mayor preocupación médica de los EEUU de la postguerra, en 1952 se produjo el mayor brote de la historia, mas de 3.000 niños murieron y mas de 22.000 quedaron afectados por parálisis. El presidente de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt, la víctima más reconocida del mundo de esta enfermedad, creó la fundación para encontrar la cura. Salk, que ya trabajaba desde hacía 5 años en el proyecto, había hecho grandes avances y fue puesto al frente del equipo. El 26 de marzo de 1953 en una publicación para la revista Journal of the American Medical Association Salk anuncia que ha descubierto una vacuna efectiva y segura contra la Poliomielitis y que ya se la había inoculado a si mismo y a toda su familia. Ante la importancia del anuncio todos los resortes de la sociedad médica de los EEUU se movilizaron para cumplir con los pasos previos a una vacunación masiva, se logró conseguir casi 20 mil voluntarios para que se probara la efectividad, el 12 de Abril de 1955 se hizo público el éxito de la investigación, Salk había logrado dar un paso gigantesco en pos de la salud pública. En los siguientes meses, mas de 20 mil agentes sanitarios vacunaron a casi 2 millones de niños. Salk se convirtió en un héroe global, sacrificó años de su vida y no quiso recibir premió alguno. Tomó precauciones legales para que nadie se beneficiara con su descubrimiento, la patentó a su nombre y luego renunció a ella para que no fuera propiedad de ningún laboratorio, aduciendo que era patrimonio de la humanidad como el sol y el agua. En 1957 Salk entregó a Albert Bruce Sabin, todas sus anotaciones y registros de pruebas, en 1961, Sabin presentó la evolución de la vacuna de Salk en una nueva de administración vía oral, siguiendo su ejemplo, renunció a la patente para que fuera propiedad de toda la humanidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario