De 62 litros per cápita en 1926 pasó a 32,8 en 1932. Como la elaboración siguió siendo importante, se creó la Junta Reguladora de Vinos, que le sacó a los gobiernos provinciales el control de su vitivinicultura. El ente ordenó extirpar viñedos y arrojar el vino excedente y gravó los nuevos cultivos. No funcionó y fue disuelto en 1943.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario