Nacido en el seno de una familia de clase media, hubo un hecho que lo marcó por el resto de su vida, cuando aún era un niño, falleció su hermana mayor "Beatrice" hecho que conmocionó a la familia a punto tal que se prohibió hablar de ella y se tiraron todos sus retratos, por ello Gilbert comenzó a escribir en secreto día a día, todo lo que sucedía en su casa, con los años esto se transformó en su Diario. Cursó sus estudios en colegios de buen nivel académico y cuando terminó la preparatoria ingresó en "Slade School of Art" donde se destacó por su ductilidad en el dibujo hasta llegar a ser ilustrador de una editora. Un problema cardíaco lo alejó del trabajo formal en la empresa familiar, aunque seguiría recibiendo los dividendos, por lo que se le generó la oportunidad de dedicarse al arte y a la literatura. En un principio agnóstico, luego se volcó al oscurantismo y finalmente al catolicismo, esta incompatibilidad intelectual lo llevó a convertirse en un maestro de las paradojas, su amistad y proximidad ideológica conservadora con H.G.Wells y George Bernard Shaw le sirvieron de catalizador para comenzar una carrera muy prolífica, a lo largo de su vida Chesterton escribió mas de 80 libros, cientos de poemas, mas de 200 cuentos e innumerables artículos y ensayos. Debido a su voluminoso físico, medía 1.93 mts y pesaba 140 Kg, no fue reclutado para la Primera Guerra Mundial, época en que desarrolló junto con Hilaire Belloc una tercera vía económica que competía con el capitalismo y el socialismo, se trataba del "Distributismo", aunque recién fue presentada en sociedad en 1926 está totalmente plasmada en su libro "Los límites de la cordura". Entre sus mas reconocidas obras se encuentran "El hombre invisible", "El hombre que fue Jueves", "El hombre eterno", "El Napoleón de Notting Hill" y "El hombre que sabía demasiado", entre sus mas recordadas frases se encuentra "El periodismo consiste esencialmente en decir Lord Jones ha muerto, a gente que no sabía que Lord Jones estaba vivo" y entre sus reflexiones podemos citar "Una buena novela nos dice la verdad sobre su protagonista; pero una mala nos dice la verdad sobre su autor". Chesterton murió en su casa de Beaconsfield, Inglaterra, el 14 de Junio de 1936.
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