Nacido en 1469, en el pequeño pueblo de San Casciano in Val di Pesa, con el nombre de "Niccolò di Bernardo dei Machiavelli", hijo de Bernardo Machiavelli y Bartolomea di Stefano Nelli, ambos con títulos nobiliarios pero de escasos recursos por malos manejos de sus ancestros. Joven con inquietudes humanísticas y variados recursos literarios, era admirado por sus pares, no le fue difícil a los 25 años tomar cargos públicos y diplomáticos en la administración de Florencia, hecho que coincidió con la expulsión de los Médici quedando bajo el mando de la república. En este período se desempeñó como secretario y posteriormente como canciller, puesto que le permitió conocer las maniobras, intrigas y secretos de las monarquías de Europa, producto de ello son su primeros ensayos, "Discurso sobre la corte de Pisa", "Retrato de la corte de Alemania" y "Retrato de la corte de Francia". Con el retorno de los Médici al poder en 1512, Maquiavelo perdió su trabajo, fue apresado y torturado acusado de conspirar contra los Médici 18 años antes, el Papa León X intercedió y fue liberado, Nicolás volvió a su pueblo natal donde se dedicó a la agricultura, carpintería y su pasión, leer a Dante, a Petrarca y a Ovidio. Entre 1513 y 1525 escribió 8 libros de prosa clara y fluida, en ellos deja ver sus posturas políticas, revolucionarias para el Renacimiento, "El príncipe", "Discursos sobre la primera década de Tito Livio" y la comedia "La mandrágora" se destacan sobre el resto, la descripción de los conflictos entre "El pueblo" y "El gobierno" son aplicables hasta hoy en día. De "El príncipe" se desprende la reflexión "El gobernante que obtenga el poder mediante el crimen y el maltrato, siendo éste vil y déspota, debe entender que una vez subido al poder tiene que cambiar esa actitud hacia el pueblo, darle libertad para ganarse su aprobación, ya que al fin y al cabo estos serán los que decidan su futuro". Sobre la contraposición y choque entre sus propias ideas en distintos escritos, Maquiavelo escribe en una carta a Francesco Guicciardini: "desde hace un tiempo a esta parte, yo no digo nunca lo que creo, ni creo nunca lo que digo, y si se me escapa alguna verdad de vez en cuando, la escondo entre tantas mentiras, que es difícil reconocerla".
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