Nació en Niort, Francia, el 25 de Julio de 1753 con el nombre de Santiago Antonio María de Liniers y Bremond creciendo en una familia de profundas tradiciones religiosas y militares. Por un pacto entre las casas reales de Francia y España, los cadetes podían servir en las campañas militares de su vecino con las mismas obligaciones y derechos. Con solo 16 años egresó la escuela militar de la Orden de San Juan con la cruz de caballero de Malta, con el cargo de Alferes de Fragata fue puesto a cargo de Pedro de Ceballos quién lo nombró capitán del Bergantín “Hope” con el que tomó la Isla de Santa Catarina. Su servicio a España y Francia se fue intensificando, peleando en batallas como el ataque a Colonia de Sacramento, el sitio de Mahón, la conquista de Menorca y el ataque a Gibraltar. En 1796 fue puesto a cargo de la fortificación de Montevideo y luego nombrado gobernador de las Misiones Guaraníes hasta que el Virrey Sobremonte lo nombra jefe de la estación naval de Buenos Aires. En 1806 se produce la primera invasión inglesa, allí Liniers apoyado entre otros por Martín de Alzaga y Pascual Ruiz Huidobro logra la rendición de William Carr Beresford y reconquista Buenos Aires. Liniers convertido en héroe fue nombrado Gobernador militar de Buenos Aires y Sobremonte relegado a gobernador civil, estando en ese cargo, en Enero de 1807 sucede la segunda invasión inglesa, más numerosa y compleja que la anterior, sin embargo luego de un traspié inicial nuevamente lidera la resistencia por lo que fue ascendido a Virrey. Poco después en reconocimiento a su heroísmo la casa real española lo nombra Conde y lo releva de sus tareas que recaen en Baltasar Hidalgo de Cisneros, Liniers se compra una estancia en Córdoba y se prepara para un descanso merecido, pero en Mayo de 1810 estalla la revolución en Buenos Aires. Liniers comienza a organizar una contraofensiva para enfrentar a la primera junta, pero la mayoría de los soldados se plegaban a la revolución y apenas consiguió un millar de efectivos y fue capturado por las tropas de Antonio González Balcarce. Desde Buenos Aires dieron al general Francisco Ortiz de Ocampo la orden de fusilarlo, pero este, ex compañero de armas de Liniers, se negó, Mariano Moreno enfurecido ordena a Castelli que se encargue él mismo. Finalmente el 26 de Agosto de 1810, Liniers junto con otros contrarrevolucionarios fueron fusilados por un pelotón al mando de Domingo French. Si bien su cuerpo fue desechado en una fosa común, por pedido de España fueron encontrados 50 años después y remitidos a España donde fueron enterrados con honores de estado, en su tumba hay una placa donada por Argentina donde se detalla su heroísmo en las defensas de Buenos Aires, mas abajo una placa que dice “-Los últimos héroes de la Patria vieja fueron las primeras víctimas de la Patria nueva”.
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