La adolescente se llama Alfonsina y el niño, Hildo. Su padre tiene un almacén y despacho de bebidas en Mendoza y Constitución. Minado por el alcoholismo y el cáncer, morirá al año siguiente dejando solo deudas a una familia que se irá disgregando. Alfonsina empieza a desandar entonces un camino que la instalará con justicia en la historia de la cultura argentina y la lucha por los derechos de la mujer. El pequeño Hildo es llevado por su madre a Bustinza, pueblo en el que esta se radica al contraer nuevo matrimonio. De allí a Cañada de Gómez, donde será un político conocido de vasta actuación en esa ciudad, ejerciendo como intendente de facto de la misma desde 1967 a 1973
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