El 12 de octubre de 1870, en Lexington, EEUU, moría el General Robert Edward Lee, recordado por ser quien comandó las fuerzas confederadas en la Guerra de Secesión Estadounidense.(EH)

Nacido en Stratford, estado de Virginia, el 19 de enero de 1807, desde muy joven estaba destinado a seguir la carrera militar de su padre, Henry Lee III, héroe de la Guerra de Independencia de Estados Unidos. Egresado con honores en la academia militar de West Point tuvo una destacada labor como ingeniero militar en la guerra contra México entre 1846 y 1848, en agradecimiento a su profesionalismo fue puesto a cargo de la propia escuela militar donde se había instruido. En 1861 se produce un hecho inesperado para Lee que lo llevó a una encrucijada, el estado de Virginia declaró su secesión de la Unión. Pese a que defendía la permanencia del estado en un país unificado, decidió mantenerse fiel a la decisión del estado y se puso su experiencia militar a disposición de sus superiores. Cuando la Unión envía sus fuerzas para sofocar la insurrección, Jefferson Davis, el presidente de los estados secesionistas, le encomienda el mando del principal ejército confederado. Lee mostró su pericia en el campo de batalla contra un ejército de la Unión mucho mas numeroso y preparado, sus tácticas defensivas lo llenaron de gloria y prestigio, pero cuando intentó planificar un contra ataque, los resultados fueron devastadores. El 9 de abril de 1865, fue el día mas triste de la vida de Lee, ese día en Appomattox, condado de su amada Virginia, hace frente a su destino y presenta la capitulación de todos sus ejércitos frente a Hiram Ulysses Grant. Tuvo que controlar a muchos de sus oficiales que querían mantener una resistencia en forma de guerrilla, por ello fue reconocido por el presidente Andrew Johnson, sucesor de Abraham Lincoln. Pese a su coqueteo con la Unión mantuvo firme los postulados del sur de mantener fuera de la organización política y social a los esclavos y afroamericanos, por ello mantuvo su popularidad y siguió siendo el líder natural de la llamada "Causa perdida de la confederación". Luego de su muerte el 12 de octubre de 1870, su figura fue creciendo en los estados del norte y hasta se convirtió en un ícono cultural respetado en todo el territorio de los EEUU.