Este hombre nacido en Concorde, EEUU, pese a recibirse de Sociólogo deambuló por diversos oficios, ventrílocuo, vendedor de autos, zapatero y productor de televisión, fracasando en todos. En 1980 su esposa le pide el divorcio, Hope acorralado económicamente no tenía mas opción que declararse en bancarrota, hecho que lo llevó a considerar el suicidio. A mediados de 1980 tuvo una idea, vender títulos de propiedad simbólicos de la luna, no se trataría de una estafa, sino un simple souvenir, sin embargo y sin proponérselo descubrió un negocio millonario. Para dar mas realismo a su título quería agregarle en letra chica las leyes que deberían cumplir los compradores, al leerla quedó atónito. Las leyes internacionales que rigen en la Luna están enumeradas en el "Tratado Sobre el Espacio Ultraterrestre", un documento de Naciones Unidas, firmado en 1967 por EEUU, la URSS, Reino Unido, Francia y otros 100 países. En su Artículo II dice claramente "El espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, no podrá ser objeto de apropiación por parte de estados ni sujetos a reclamo de soberanía, uso u ocupación", pero nada dice sobre personas o empresas. El 24 de noviembre de 1980, Hope se presentó en la oficina del registro de la propiedad de California y con un simple formulario inscribió la Luna a su nombre, cuando ya se retiraba regresó y pidió 8 formularios mas para registrar también a Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. Para asegurarse que su movida fuera legal, envió una carta documento a la ONU para que le dijeran si había algún impedimento legal para su intención de vender terrenos en ella, quizás por creerse que se trataba de una broma cometieron el error de no contestarle, legalmente estaban avalando su negocio. Hope fundó la empresa "Moon Estates", contrató un agrimensor que parceló la totalidad de la superficie lunar determinando que el terreno base y mas pequeño sería de aproximadamente 0.4 hectáreas, unos 4.000 mts cuadrados. Parecería que esta locura no llegaría muy lejos sin embargo los terrenos se vendían a montones, el precio inicial de cada parcela era de U$S 20.- mas el costo del título y el envío. Hope ya lleva vendidos mas de 6 millones de terrenos, y no precisamente a desprevenidos o lunáticos, entre sus compradores figuran Ronald Reagan, Jimmy Carter, George Bush y las cadenas hoteleras Marriot y Hilton. En los años '90 un hombre acusó de estafador a Hope y lo llevó a la justicia, los tribunales de New York dieron un espaldarazo a su proyecto ya que declararon no ver ningún impedimento legal para el negocio de Hope a menos que en el futuro aparezca otra persona con documentación que lo acredite como dueño anterior. Un hombre que se creyó mas vivo registró a su nombre el sol y le inició un juicio por la luz y la energía que llega a sus planetas, por medio de sus abogados Hope le respondió, ningún problema, no necesito el sol, cuando quiera apáguelo.
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