Nació en el seno de una familia de tradición agrícola, ese iba a ser su destino, hasta que comenzó a obsesionarse con el Ford 35 de su padre. Cuando este se ausentaba, Juan solía subirse, ponerlo en marcha y simular que lo manejaba, pasaba largas horas sobre él hasta que su padre llegara o se agotara la batería. Luego de estudiar en el Colegio De La Salle en la Capital Federal regresó a Ramallo para iniciar su carrera agropecuaria. Fortuitamente comenzó a acompañar a su amigo Mario García que corría en TC con un Torino. En 1971 García pasó a un equipo oficial y le cedió a Juan el Torino para que lo corriera él. En 1972 ganó su primera carrera de Turismo Carretera en el circuito de “25 de Mayo”. A partir del año siguiente fue contratado como piloto oficial Ford con el que obtuvo los campeonatos de 1977 y 1978. Con su propio equipo de competición también ganó los campeonatos de TC de 1995, 1996, 1997 y 1999. A lo largo de su carrera en el TC corrió 235 grandes premios de los cuales ganó 46. Otra categoría que dominó a voluntad fue el “Turismo Competición 2000”, en esta categoría ganó 68 carreras y conquistó los campeonatos de 1986, 1988, 1990, 1991, 1992, 1993 y 1995. En esta categoría brindó espectáculos memorables sobretodo en dos carreras en las que se convirtió en leyenda. En 1986 en el gran premio de Pigüe a poco del final revienta una rueda trasera mientras disputaba con Mario Gayraud la segunda colocación, Traverso le ganó la pulseada con solo tres ruedas. En 1988 ganó la competencia de General Roca dando las últimas cuatro vueltas con el auto en llamas. También ganó tres campeonatos de Top Race que lo han transformado en un emblema, un ícono y un ejemplo de tenacidad, talento y valentía. Amado y Odiado, su retiro dejó un vacío que golpeó la popularidad del automovilismo argentino.
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