El 3 de diciembre de 1919, en Cagnes-sur-Mer, Francia, fallecía Pierre-Auguste Renoir, uno de los grandes maestros del Impresionismo, célebre por transformar el arte del paisaje en una celebración de la figura humana, la intimidad cotidiana y la sensualidad femenina.

Nacido en Limoges en 1841, en una familia humilde de sastres, Renoir comenzó pintando porcelanas en el taller de los hermanos Lévy. Su talento fue descubierto por Émile Laporte, quien lo impulsó a estudiar arte. Ingresó a la escuela de Charles Gleyre y luego a la École des Beaux-Arts de París, donde se inspiró en los jardines del Louvre y en obras de Delacroix. Sus primeras obras reflejaban paisajes luminosos y naturalezas vivas. Más tarde, se volcó a escenas sociales alegres como El almuerzo de los remeros, influido por el Rococó y el arte clásico. En su etapa final, retrató niños y mujeres con formas voluptuosas, evocando a Rubens, como en Las grandes bañistas, sin caer en lo vulgar. A pesar de sus problemas respiratorios, Renoir mantuvo una vida familiar plena. La muerte de su esposa Aline en 1915 lo sumió en el aislamiento, hasta que una pulmonía lo venció en 1919. Sus obras hoy cuelgan en los museos más prestigiosos del mundo, aunque curiosamente, ninguna en el Louvre, que tanto lo inspiró. Según el Musée d'Orsay, Renoir fue un artista que “pintó la felicidad”, y su legado sigue vivo en cada trazo que celebra la luz, el cuerpo y la vida. #Renoir1919 #ArteImpresionista #SensualidadPictórica #LasGrandesBañistas #ElAlmuerzoDeLosRemeros #MuseoOrsay #PinturaFrancesa #PierreAugusteRenoir #HistoriaDelArte #EfeméridesArtísticas