El 9 de diciembre de 1579, en Lima, Virreinato del Perú, nació Martín de Porres Velázquez, hijo del hidalgo español Juan de Porres y de Ana Velázquez, una mujer afrodescendiente liberada.

Por las leyes coloniales, sus padres no pudieron casarse, lo que marcó una infancia difícil para Martín y su hermana Juana, criados por una madre que debió sostener sola el hogar en un contexto de discriminación hacia los mulatos. Desde joven, Martín aprendió los oficios de barbero y herborista, y a los 15 años ingresó en la Orden de Santo Domingo de Guzmán, gracias al apoyo del teólogo Fray Juan de Lorenzana. Por su condición de hijo ilegítimo, debió trabajar para costear su formación. En 1603 fue admitido como hermano de la orden y tres años después profesó como fraile, comprometiéndose con los votos de pobreza, castidad y obediencia. Su vida se caracterizó por la humildad y el servicio al prójimo. Fundó el Asilo y Escuela de Santa Cruz, donde acogió a huérfanos, pobres y marginados sin distinción. Incluso llegó a ofrecerse como esclavo para ayudar económicamente al convento. Su obra lo vinculó con figuras como Santa Rosa de Lima, quien quiso conocerlo por su fama de caridad. Martín falleció el 3 de noviembre de 1639 en Lima, acompañado por una multitud que lo veneraba. Se le atribuyeron dones extraordinarios como la bilocación (haber sido visto en lugares como México, África, China y Japón sin haber salido de Perú) y la capacidad de alterar la naturaleza, acelerando germinaciones o reconciliando animales depredadores con sus presas. Fue beatificado en 1837 por el Papa Gregorio XVI y canonizado en 1962 por Juan XXIII, convirtiéndose en el primer santo mulato de la Iglesia Católica y en patrono de la justicia social y la fraternidad universal. #SanMartínDePorres #SantoDeLaEscoba #JusticiaSocial #VirreinatoDelPerú #PrimerSantoMulato #Humildad #CaridadCristiana #HistoriaPerú #FeYMilagros #Canonización1962