El 10 de enero de 1934, fue la fecha del famoso aluvión que tuvo la ciudad de Mendoza, y como consecuencia la Usina Hidroeléctrica de Cacheuta de la que era propietaria la Compañía de Electricidad de Los Andes, sufrió daños de tal consideración que sus instalaciones quedaron totalmente paralizadas. Dicha compañía con el fin de que la población no tuviera que sufrir por mucho tiempo los inconvenientes derivados de la inutilización temporánea de la Usina citada, inició de inmediato las tareas de reconstrucción de las obras destruidas por el aluvión.
Como quedaron las poderosas turbinas de 6500HP cada una en las salas de Maquinas, en ocasión que perdieron la vida dos operarios. Sus nombres eran CIRIACO ORTIZ y JUAN KELESI.
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