martes, 5 de enero de 2021

El 5 de Enero de 1938, en Roma, Italia, en el marco del exilio de la familia real española, nacía el futuro Rey de España Juan Carlos I.

Su formación Franquista y las aguas turbulentas sobre las que transcurrió su reinado, enaltecen sus decisiones democráticas pero no justifican sus desatinos y despropósitos. Estaba destinado a crecer en el exilio desde que en 1931 la proclamación de la Segunda República, expulsó a la familia real del territorio español. En 1955 comenzó su instrucción en la Academia Militar de Zaragoza bajo la estricta supervisión del dictador Franco. En 1947, Franco promulgó la "Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado" que le daba facultades de elegir personalmente a su sucesor, Juan de Borbón, estaba seguro que él sería desplazado y que elegiría a alguno de sus dos hijos. La semana Santa de 1956, estando la familia real completa en Estoríl, Juan Carlos, encerrado en una habitación con su hermano, de solo 14 años, manipulaba su arma reglamentaria cuando se le escapó un disparo, acabando con la vida de Alfonso. La tragedia hizo que varios perdieran la calma y tejieran especulaciones o dijeran cosas de las que luego se arrepintieron. En 1959, Juan Carlos completó su instrucción en la Academia General del Aire de San Javier en Murcia. En Mayo de 1962 se casó en Atenas con la princesa Sofía de Grecia con quien tuvo 3 hijos, Elena, Cristina y Felipe. En 1975, el dictador Franco lo nombró su sucesor, violando la sucesión natural de Juan de Borbón, el heredero natural. Ese mismo año, Franco muere y Juan Carlos fue proclamado Rey de España jurando acatar y defender los Principios del Movimiento Nacional Franquista. Pese a que tenía en sus manos el manejo del gobierno español, tomó una valiente y honrosa decisión de impulsar y promulgar la Ley de reforma política que transformó a España en una Monarquía parlamentaria. Esta ley separaba a la Familia Real de las decisiones políticas delegando el poder en el pueblo. Esta jugada, sumada a las iniciativas de integración regional y su firmeza frente al intento de golpe de estado de 1981, lo pusieron en lo mas alto de la consideración mundial. Entre sus máculas se encuentran la "Inimputabilidad penal del Rey" que se incluía en la nueva constitución y que le otorgó la mayor condecoración de estado español al los dictadores Jorge Rafael Videla y Saddam Hussein. El desgaste de la función, la ostentación de la familia real en un contexto de crisis económica y las denuncias de corrupción de su yerno Iñaki Urdangarin pusieron en jaque su popularidad. En 2012 comenzó un descontento de la sociedad con su figura. En el contexto de una profunda crisis económica se filtraron fotos suyas en un Safari en Botswana donde había matado un elefante. Aludiendo cuestiones de salud, a mediados de 2014 abdicó en favor de su hijo "Felipe VI". Una catarata de casos de corrupción y desvío de fondos públicos a paraísos fiscales destruyeron la escasa imagen positiva que le quedaba, en 2020 decidió huir de españa para radicarse en los Emiratos Arabes.

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