En 1851, Frederick Scott Archer creó las placas húmedas al colodión, que permitieron acortar los tiempos de exposición y tuvieron innumerables aplicaciones. Entre ellas, se contaban el ferrotipo y el ambrotipo, también imágenes únicas, como el daguerrotipo, pero mucho más baratas. El primero fue patentado en los Estados Unidos, en 1856, por Hamilton Smith, y se hizo muy popular por su bajo costo; fue utilizado hasta principios del siglo veinte por los fotógrafos ambulantes. Los ambrotipos se solían presentar en estuches similares a los de los daguerrotipos, con los cuales a veces se confunden. En la Argentina no fueron muy populares, porque llegaron prácticamente al mismo tiempo que la fotografía sobre papel albuminado, a principios de la década de los 60, un procedimiento aún más económico que, además, ofrecía la posibilidad de obtener numerosas copias, inventado en 1850 por Louis Blanquart-Evrard. Con el papel albuminado se abrió el ansiado camino hacia la fotografía reproducible, y con las cartes de visite -impresas de a millones en todo el mundo sobre tal papel-, inventadas y patentadas en 1854 por el fotógrafo Alphonse Disdéri, en París, llegó la masificación de la fotografía y se inauguró una era excepcional para la industria y el comercio fotográficos, que se extiende hasta hoy. Las tarjetas de visita, en cambio, fueron reemplazadas, hacia 1880, por otros formatos.
Bienvenidos al sitio con mayor cantidad de Fotos antiguas de la provincia de Mendoza, Argentina. (mendozantigua@gmail.com) Para las nuevas generaciones, no se olviden que para que Uds. vivan como viven y tengan lo que tienen, primero fue necesario que pase y exista lo que existió... que importante sería que lo comprendan
sábado, 29 de enero de 2022
Los Daguerrotipos eran de distintos tamaños, placa entera, placa mediana, cuarto, octavo y dieciseisavo. Tenían marcos de diferentes diseños.
En 1851, Frederick Scott Archer creó las placas húmedas al colodión, que permitieron acortar los tiempos de exposición y tuvieron innumerables aplicaciones. Entre ellas, se contaban el ferrotipo y el ambrotipo, también imágenes únicas, como el daguerrotipo, pero mucho más baratas. El primero fue patentado en los Estados Unidos, en 1856, por Hamilton Smith, y se hizo muy popular por su bajo costo; fue utilizado hasta principios del siglo veinte por los fotógrafos ambulantes. Los ambrotipos se solían presentar en estuches similares a los de los daguerrotipos, con los cuales a veces se confunden. En la Argentina no fueron muy populares, porque llegaron prácticamente al mismo tiempo que la fotografía sobre papel albuminado, a principios de la década de los 60, un procedimiento aún más económico que, además, ofrecía la posibilidad de obtener numerosas copias, inventado en 1850 por Louis Blanquart-Evrard. Con el papel albuminado se abrió el ansiado camino hacia la fotografía reproducible, y con las cartes de visite -impresas de a millones en todo el mundo sobre tal papel-, inventadas y patentadas en 1854 por el fotógrafo Alphonse Disdéri, en París, llegó la masificación de la fotografía y se inauguró una era excepcional para la industria y el comercio fotográficos, que se extiende hasta hoy. Las tarjetas de visita, en cambio, fueron reemplazadas, hacia 1880, por otros formatos.
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