miércoles, 30 de marzo de 2022

Don Cornelio Saavedra. Fue uno de los grandes vilipendiados (despreciado) de la Historia Argentina. Acusado sin pruebas, de un horroroso crimen, tuvo que cargar con ese estigma toda su vida.


Hombre mesurado, fue el contrapunto necesario e imprescindible, para equilibrar la balanza, frente a los jacobinos que querían conducir el rumbo de la Revolución. Fue el primero en plantear la necesidad de que el movimiento revolucionario tuviera la presencia del interior del país, casi como un preámbulo del federalismo. Artífice de la Junta Grande, primer esbozo de un sistema federal. Héroe de la Reconquista y de la Defensa, Buenos Aires lo vio heroico al frente de sus Patricios, aquellos hombres que lo seguirían con devota fidelidad hasta el mismísimo infierno. Don Cornelio Saavedra escribió unas Memorias, que han servido para reconstruir momentos de la convulsionada historia del país que le tocó vivir. Murió un 29 de marzo, pero de 1829. En diciembre de ese año, el Gobernador Viamonte decidió trasladar sus restos al Cementerio del Norte (actual Recoleta), y en su decreto decía: "El primer comandante de Patricios, el primer presidente de un gobierno patrio, pudo sólo quedar olvidado en su fallecimiento por las circunstancias calamitosas en que el país se hallaba; pero después que ellas han terminado, sería una ingratitud negar al ciudadano tan eminente el tributo de honor debido a su mérito y a una vida ilustrada con tantas virtudes que supo consagrar entera al servicio de la patria.". Por Eduardo Javier Mundani Osuna

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