La fuerza aérea Ucraniana suele realizar exhibiciones públicas de su equipamiento con 2 objetivos, el de acercar a las fuerzas armadas con la población y el de mostrar su vigente armamento al mundo. El 27 de Julio de 2002 se abrió al público la base aérea de Sknyliv, situado en las afueras de Leópolis, allí se harían una serie de demostraciones con los aviones caza Sukhoi Su-27. La poca planificación por parte de las autoridades de la base hicieron que entrara mas gente que la esperada y que se distribuyeran a lo largo de la pista auxiliar donde había otras aeronaves estacionadas. El experimentado piloto Volodimir Toponar y el copiloto Yuri Yegorov se subieron a su aeronave sin un plan de maniobra, improvisarían algunas figuras y un par de vuelos rasantes. En la segunda pasada hicieron un giro a baja altura, el avión perdió sustentación, el ala izquierda rozó el suelo provocando un giro violento que lo lanzó contra un nutrido grupo de espectadores. Ambos pilotos se eyectaron un segundo antes que el avión se estrellara contra el público, el saldo fue de 77 muertos y mas de 100 heridos, la mayoría con severas quemaduras, las imágenes recorrieron el mundo dejando en muy mala posición a la fuerza aérea Ucraniana. El proceso judicial determinó la culpabilidad por negligencia de ambos pilotos ya que no se pudo demostrar una falla en los motores, fueron condenados a prisión, 14 años para Toponar y 8 para Yegorov. No fueron los únicos condenados, los comandantes de la unidad aérea, jefes de los pilotos, fueron sentenciados a 6 años en prisión por no dar un plan de vuelo u órdenes estrictas de no sobrevolar la zona repleta de espectadores, por su parte el jefe de seguridad de la base fue sentenciado a 4 años de prisión por no ordenar al público en una zona mas alejada de la pista principal y por no controlar que el avión no estuviera con los tanques llenos y por lo tanto mucho mas lento para maniobras a baja altura. El presidente ucraniano Leonid Kuchma culpó públicamente a los militares por el accidente, Volodymyr Strelnykov, comandante de la Fuerza Aérea Ucraniana debió renunciar perdiendo su pensión de retiro, por su parte el ministro de defensa Volodymyr Shkidchenko puso su renuncia a consideración del presidente, pero este la rechazó. En un fallo inexplicable, se condenó a que las indemnizaciones las pagaran los pilotos, de donde sacarían más de 2 millones de dólares dos personas en prisión, la apelación por parte de las víctimas aún espera la sentencia.
Bienvenidos al sitio con mayor cantidad de Fotos antiguas de la provincia de Mendoza, Argentina. (mendozantigua@gmail.com) Para las nuevas generaciones, no se olviden que para que Uds. vivan como viven y tengan lo que tienen, primero fue necesario que pase y exista lo que existió... que importante sería que lo comprendan
miércoles, 27 de julio de 2022
El 27 de Julio de 2002, en el campo aéreo Ucraniano de Sknyliv, durante una exhibición se producía la "Tragedia de Leópolis".
La fuerza aérea Ucraniana suele realizar exhibiciones públicas de su equipamiento con 2 objetivos, el de acercar a las fuerzas armadas con la población y el de mostrar su vigente armamento al mundo. El 27 de Julio de 2002 se abrió al público la base aérea de Sknyliv, situado en las afueras de Leópolis, allí se harían una serie de demostraciones con los aviones caza Sukhoi Su-27. La poca planificación por parte de las autoridades de la base hicieron que entrara mas gente que la esperada y que se distribuyeran a lo largo de la pista auxiliar donde había otras aeronaves estacionadas. El experimentado piloto Volodimir Toponar y el copiloto Yuri Yegorov se subieron a su aeronave sin un plan de maniobra, improvisarían algunas figuras y un par de vuelos rasantes. En la segunda pasada hicieron un giro a baja altura, el avión perdió sustentación, el ala izquierda rozó el suelo provocando un giro violento que lo lanzó contra un nutrido grupo de espectadores. Ambos pilotos se eyectaron un segundo antes que el avión se estrellara contra el público, el saldo fue de 77 muertos y mas de 100 heridos, la mayoría con severas quemaduras, las imágenes recorrieron el mundo dejando en muy mala posición a la fuerza aérea Ucraniana. El proceso judicial determinó la culpabilidad por negligencia de ambos pilotos ya que no se pudo demostrar una falla en los motores, fueron condenados a prisión, 14 años para Toponar y 8 para Yegorov. No fueron los únicos condenados, los comandantes de la unidad aérea, jefes de los pilotos, fueron sentenciados a 6 años en prisión por no dar un plan de vuelo u órdenes estrictas de no sobrevolar la zona repleta de espectadores, por su parte el jefe de seguridad de la base fue sentenciado a 4 años de prisión por no ordenar al público en una zona mas alejada de la pista principal y por no controlar que el avión no estuviera con los tanques llenos y por lo tanto mucho mas lento para maniobras a baja altura. El presidente ucraniano Leonid Kuchma culpó públicamente a los militares por el accidente, Volodymyr Strelnykov, comandante de la Fuerza Aérea Ucraniana debió renunciar perdiendo su pensión de retiro, por su parte el ministro de defensa Volodymyr Shkidchenko puso su renuncia a consideración del presidente, pero este la rechazó. En un fallo inexplicable, se condenó a que las indemnizaciones las pagaran los pilotos, de donde sacarían más de 2 millones de dólares dos personas en prisión, la apelación por parte de las víctimas aún espera la sentencia.
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