Oratorio erigido en Honor a San Judas Tadeo. El Cavadito. Lavalle. Mendoza (1970)

Los habitantes de El Cavadito (zona desértica ubicada en el departamento de Lavalle, casi en el límite con San Juan y San Luis). Cada 28 de octubre el oratorio erigido. en honor de San Judas Tadeo se engalanaba con tallas, cestería, y mil habilidosas concreciones de sus promesantes. El oratorio es pequeño, tiene una sola estancia Alli hay una imagen de San Judas Tadeo (cuya fiesta se celebra en aquella fecha y otras pequeñas figuras de santos y ángeles que la acompañan. También hay un hermoso cofre de madera con las vestimentas sacerdotales usadas con ocasión de la fiesta, y flores y adornos para la procesión pertinentes. Una original Campana despierta el letargo del desierto: es un trozo de lo que fuera vía ferroviaria que cuelga de un poste, y al que se hace vibrar mediante otro idéntico pedazo de metal El sonido es claro, penetrante.  En El Cavadito había un puesto en el que vive un señor González, guardador de las llaves del oratorio. Pero para llegar a este lugar, saliendo de Lavalle, se toma el camino a Asunción, último pueblo en el que termina el camino de tierra transitable. Desde ahí se sigue una huella. Tres horas después se arriba a "Los Yuyines", paraje que muestra sus dos ranchos abandonados. El Cavadito requiere todavía dos horas de viaje, siempre sufriendo la huella. Se sabe que por los alrededores hay varios puestos, pero muy distanciados entre si no visibles desde el trayecto. Y después del polvo y la ansiedad, aparece el puesto de González, quien amablemente abrirá la puerta del oratorio y salvará las dudas de los visitantes. (1970)