martes, 27 de diciembre de 2022

Muchos inmigrantes se incorporaron a la industria Conservera de Mendoza


La inmigración Europea en la Argentina tuvo altibajos a lo largo de los siglos XIX y XX, según el curso de las guerras y los períodos de crisis económicas y sociales. Entre 1900 y 1950, muchos españoles, italianos y árabes (turcos según la jerga popular) se radicaron en  Mendoza. Y aunque muchos se quedaron en Buenos Aires, españoles e italianos en especial se vinieron a Mendoza atraídos, por la actividad que ya realizaban, la Vitivinicultura. Los usos y costumbres que traían influyó necesariamente en los mendocinos. El Alud inmigratorio que venía a hacer la América, fue integrándose paulatinamente en todas la clases sociales la mayoría se fundió con los estratos más bajos de la sociedad, sumándose a los obreros de las conservas, otros se inclinaron por las actividades agropecuarias, por la viña y la elaboración de vinos, actividad esta de la que traían una rica experiencia Europea. La incorporación al proceso social de un sector de obreros, producto de la  incipiente industria conservera en la provincia en consonancia con el impacto producido por las ideas traídas por los inmigrantes, se refleja en intentos de organización sindical cuyas bases eran todavía endebles, pero que fueron cobrando fuerza con el tiempo. La Italianidad la Hispanidad y la influencia de los Árabes entre otras comunidades que contribuyeron a la formación de la cultura Argentina y Mendocina de hoy, se pueden claramente advertir en muchas costumbres. Basta con mencionar las recetas regionales italianas, desde las lasañas y las explosiones de tucos y salsas, a partir de la “a la boloñesa” y “a la carbonada”, hasta la “a la arrabiata”, las tortillas y paellas que incorporaron los españoles. Además casi inadvertidamente el idioma español sufrió cambios  con aportes del italiano, una suerte de precursor de la integración, mejor dicho de la creación de esta “cultura de culturas”


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