Prokófiev falleció a la edad de 61 años el 5 de marzo de 1953, el mismo día que Iósif Stalin, cuando acababan de comenzar los ensayos para su ballet La flor de piedra (1950), que se estrenó el año siguiente. Había vivido cerca de la Plaza Roja y durante tres días las multitudes se reunieron para llorar a Stalin, lo que hizo imposible celebrar el funeral de Prokófiev en la sede de la Unión de Compositores Soviéticos. Debido a que el coche fúnebre no podía llegar cerca de la casa del compositor, su ataúd tuvo que moverse a mano por calles secundarias en la dirección opuesta a las masas de personas que iban a visitar el cuerpo de Stalin. Cerca de treinta personas asistieron al funeral, entre ellas Shostakóvich. Aunque no parecían llevarse bien cuando se conocieron, en los últimos años sus interacciones se habían vuelto mucho más amistosas y Shostakóvich le escribió a Prokófiev que «te deseo al menos otros cien años para vivir y crear. Escuchar obras como tu Séptima Sinfonía hace que sea mucho más fácil y alegre vivir». Está enterrado en el cementerio Novodévichi en Moscú. Era ateo.
Bienvenidos al sitio con mayor cantidad de Fotos antiguas de la provincia de Mendoza, Argentina. (mendozantigua@gmail.com) Para las nuevas generaciones, no se olviden que para que Uds. vivan como viven y tengan lo que tienen, primero fue necesario que pase y exista lo que existió... que importante sería que lo comprendan
domingo, 5 de marzo de 2023
5 de marzo de 1953 muere en Moscú el compositor y pianista ruso Sergei Sergeyevich Prokofiev.
Prokófiev falleció a la edad de 61 años el 5 de marzo de 1953, el mismo día que Iósif Stalin, cuando acababan de comenzar los ensayos para su ballet La flor de piedra (1950), que se estrenó el año siguiente. Había vivido cerca de la Plaza Roja y durante tres días las multitudes se reunieron para llorar a Stalin, lo que hizo imposible celebrar el funeral de Prokófiev en la sede de la Unión de Compositores Soviéticos. Debido a que el coche fúnebre no podía llegar cerca de la casa del compositor, su ataúd tuvo que moverse a mano por calles secundarias en la dirección opuesta a las masas de personas que iban a visitar el cuerpo de Stalin. Cerca de treinta personas asistieron al funeral, entre ellas Shostakóvich. Aunque no parecían llevarse bien cuando se conocieron, en los últimos años sus interacciones se habían vuelto mucho más amistosas y Shostakóvich le escribió a Prokófiev que «te deseo al menos otros cien años para vivir y crear. Escuchar obras como tu Séptima Sinfonía hace que sea mucho más fácil y alegre vivir». Está enterrado en el cementerio Novodévichi en Moscú. Era ateo.
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