domingo, 23 de abril de 2023

Emilio Civit, el arquetipo Mendocino y su inagotable creatividad.


Durante todo el año 1909 y los dos meses y cinco días de 1910 que completaron el periodo del segundo gobierno provincial de Emilio Civit, se mantuvieron indeclinablemente el excepcional ritmo de trabajo y la inagotable creatividad del gran constructor. Su hija Josefina, también colaboradora y amoroso estímulo del ferviente luchador, no puede sustraerse a la preocupación que le causaba ese esfuerzo cuando escribe: "¡Al fin 1910. Gracias a Dios el 5 de marzo terminaba mi padre su periodo gubernativo y volvería a disponer de su persona y de su tiempo. Estaba terriblemente cansado, agotado después de tres años de gobierno v de un trabajo ímprobo (Que no tiene probidad u honradez su ímprobo comportamiento disgustó a su familia.). Solo su voluntad de hierro y su carácter recio hicieron posible que llegara a la meta sin desfallecimientos. Mi madre y nosotros que lo observábamos día a día, velamos con inquietud los estragos de una labor cotidiana y sin tregua que venia minando su organismo. Durante esos tres años no abandonó la provincia por ningún motivo, y solo hizo uso de licencia una semana cuando falleció mi abuelo Francisco".

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