martes, 23 de mayo de 2023

Ulrico Schmidt, primer cronista de Buenos Aires. Retrato aparecido en la edición en latín de su famosa obra "Derrotero y Viaje a España y Las Indias", publicada en Nuremberg en 1599.


Todo comenzó cuando los navegantes españoles se internaron en las desconocidas aguas del Atlántico Sur, y bordearon las costas del "Nuevo Mundo" en busca de un paso interoceánico que les permitiese alcanzar las Islas de las Especias y las legendarias tierras de Tarsis, Ofir y Cipango, patria del oro, la plata y la seda. Juan Diaz de Solís, el primero en lanzarse a la aventura, creyó alcanzar la meta cuando à principios de 1516 descubrió un inmenso estuario fluvial "Mar Dulce" le llamó que penetraba a manera de gigantesca cuña en la masa continental. Solís no llegó a verificar si el gran río constituía la boca de acceso del anhelado paso al "Mar del Sur" (Oceáno Pacífico), ya que mientras exploraba su margen oriental pereció asesinado por los indios junto con algunos de sus compañeros. El resto de sus hombres, desolados ante la pérdida del jefe, emprendieron inmediatamente el regreso a España. No todos, sin embargo, arribaron a la península. En efecto, uno de los tripulantes, Francisco del Puerto, había sido capturado por los aborígenes en las costas del "Mar Dulce", y otros once quedaron abandonados en la Isla de Santa Catalina, frente a Brasil, adonde lograron refugiarse cuando naufragó su nave en el viaje de retorno.

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