Es una fecha proclamada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Los bosques tropicales son fundamentales para la vida del planeta, contribuyen en la absorción del dióxido de carbono de la atmósfera. Están en grave peligro debido a las crecientes amenazas que reciben por parte de la humanidad. Por año se pierden hasta 10 millones de hectáreas, una cifra demasiado alta para la importancia que tienen. Son ecosistemas terrestres. Se desarrollan en lugares donde las temperaturas son altas y, por lo tanto, se los denomina como macrotérmicos. Los peligros que corren son: incendios forestales, invasión de áreas boscosas, construcción de infraestructura, proliferación de cultivos ilícitos, deforestación indiscriminada de áreas boscosas, que contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero. Lo que incide directamente sobre el calentamiento global y cambio climático. Como se ubican en lugares con clima cálido y alta humedad entre el Trópico de Capricornio y el Trópico de Cáncer, en países de Sur América, África y el sudoeste de Asia, albergan gran variedad de flora como también de fauna. Desempeñan un rol muy importante en la erradicación de la pobreza y el logro de metas de desarrollo que se fijaron en la Agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.
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