En los años 60 la empresa Fiesta, asentada en Alcalá de Henares, trajo la máquina de Estados Unidos para hacer el caramelo plano. Su director de marketing Luis Jiménez Somacarrera acuñó el nombre de Piruleta para distinguirlo del entonces tradicional pirulo, un trozo de caramelo alargado sobre un palo. Piruleta es la palabra más extendida en España y chupetín se utiliza en varios países latinoamericanos. Se estima que a principios del siglo XX el norteamericano George Smith invento un trozo de golosina en un palo. Lo denominó "lolly pop", en honor a un popular caballo de carreras de la época. El nombre viene de un caballo de carreras muy famoso en esa época. Es llamado de distintas formas en varios países latinoamericanos como chupetín en Argentina, Paraguay, Perú y Uruguay, en Bolivia y Chile chupete, en Cuba chambelona y en México paleta.
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