En 1958, el fotógrafo Phil Stern capturó una fotografía encantadora en los estudios Goldwyn, que mostraba a cuatro figuras icónicas del ámbito del entretenimiento: Sidney Poitier, Tony Curtis, Sammy Davis Jr. y Jack Lemmon. Tony y Jack estaban en el set de rodaje de Some Like it Hot. Sidney y Sammy estaban filmando Porgy y Bess. Ambas películas se estrenaron en 1959.

Sidney Poitier, un distinguido actor, hizo historia al ser el primer afroamericano en ganar un Premio de la Academia al Mejor Actor. Su legado se extendió más allá de la pantalla grande, ya que también se convirtió en un destacado defensor de los derechos civiles, derribando barreras y allanando el camino para una mayor representación de los actores negros en la industria cinematográfica. Tony Curtis, un actor versátil celebrado por su encanto y adaptabilidad, apareció en numerosas películas clásicas como Some Like It Hot y Spartacus. A pesar de enfrentar desafíos de la industria arraigados en el origen étnico, Curtis, de ascendencia judía húngara, mostró sus notables talentos. Sammy Davis Jr., un artista con múltiples talentos, dejó una huella imborrable en la música, la danza y la actuación. Como artista afroamericano, se enfrentó a la discriminación racial a lo largo de su carrera. No obstante, triunfó sobre la adversidad para convertirse en una figura muy influyente en el mundo del entretenimiento. Jack Lemmon, un actor muy estimado y conocido por su versatilidad, navegó sin esfuerzo entre papeles cómicos y dramáticos. Su ilustre carrera abarcó más de cinco décadas y dejó un impacto duradero en la industria cinematográfica, ejemplificado por sus memorables actuaciones, incluida su colaboración con Tony Curtis en Some Like It Hot.