miércoles, 25 de octubre de 2023

En esta curiosa fotografía de 1939 no se muestran extraños hombres con cascos procedentes de Marte, sino simplemente mecánicos de aviones que llevaban protectores metálicos de los bujes de las hélices.


Debido a su forma difícil de manejar, los giradores de bujes eran más fáciles de transportar cuando se sostenían sobre las cabezas de los trabajadores como salieron para instalarlos en motores gigantes de aviones de transporte de 1.200 caballos de fuerza. Los rotores ayudan a prevenir la formación de hielo en los cubos de las hélices durante los vuelos en invierno y principios de primavera.

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