sábado, 14 de octubre de 2023

Trabajadores de pie junto a la cadena utilizada para anclar el Titanic, ca. 1910





El ancla central del Titanic era en aquel momento y durante algún tiempo después, el ancla más grande del mundo jamás forjada a mano. En su tamaño total, el ancla medía unos impresionantes 18 pies y 6 pulgadas de largo. La cabeza de acero fundido del ancla medía 10 pies y 9 pulgadas de ancho y el ancla pesaba la increíble cantidad de 15 toneladas y 16 quilates. El pedido de las anclas, tanto laterales como centrales, lo recibió de Harland & Wolff a finales de 1910 la histórica empresa de forja de Black Country, Noah Hingley & Sons Ltd en Netherton, cerca de Dudley, Reino Unido. Pero no todas las piezas de las anclas iban a ser producidas por Hingley's. Son más de 3.000 los empleados que trabajaron en el ancla del Titanic. Gestionar tal número requiere habilidades de gestión perfectas y la capacidad de contratar personal con ideas afines. La cadena del ancla utilizada para el Titanic estaba hecha de acero de alta calidad, diseñada específicamente para soportar las inmensas fuerzas ejercidas sobre ella. La cadena era excepcionalmente pesada y cada eslabón pesaba cientos de libras. Fue necesario utilizar una cadena tan robusta debido al enorme tamaño y peso del Titanic, que requería un fuerte sistema de anclaje para asegurar el barco de forma segura en varios puertos. La construcción de la cadena del ancla fue un proceso meticuloso que involucró a artesanos expertos y maquinaria especializada. Cada eslabón tuvo que ser falsificado e inspeccionado para garantizar su integridad. Toda la cadena fue cuidadosamente ensamblada y probada para garantizar su confiabilidad. En la fatídica noche del 14 de abril de 1912, cuando el Titanic chocó contra un iceberg, la cadena del ancla contribuyó a la evacuación del barco. La tripulación intentó utilizar la cadena para alejar el barco del iceberg y evitar mayores daños, pero el esfuerzo resultó inútil.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario