Con la ola de inmigración de origen mayoritariamente español e italiano- otra colectividad con sus acentos e idiosincrasia se incorporaban a principios de siglo XX al variado panorama cultural de Mendoza. Muchos de los Libaneses se establecioeron en el paseo de La Alameda otros optaron por la ciudad de Luján de Cuyo. El pasado puede ser olvidado, pero nunca muere. Las corrientes inmigratorias que permitieron que en el departamento y en Mendoza haya hoy apellidos como Abraham, Busajm, Elmelaj o Elías, arrancan a fines del siglo XIX y comienzos del XX, cuando una gran cantidad de rústicos y sufridos habitantes debieron abandonar su querida tierra. Las razones fueron múltiples, pero siempre colindantes con la dura vida que padecian. Opresión de los invasores de turno (turcos, cruzados); colonialismo (ingleses, franceses); conflictos internos y diferencias religiosas; pobreza y marginación. Y así, desde Antura, Masdra- Jesúa, Zajle o MTailet, entre otras tantas ciudades, esos seres en retirada decidieron embarcase hacia la tierra "prometida", con pocas cosas materiales, pero con una gran cantidad de sueños. Algunos iniciaban solos la brecha del extrañamiento; otros iban detrás de primos, hermanos, padres o amigos que los habían precedido en la travesía. Cuando llegaban a suelo americano, empezaba una nueva vida, pero era imposible no sentir angustia al recordar a los seres queridos que habían quedado en los milenarios puertos de Tiro y Sidón. Los que llegaban a Buenos Aires con sus pasaportes "turcos" escritos en idioma ininteligible, se exponían a ser rebautizados por unos no menos instruidos agentes de inmigración. Es asi que algunos llevan nombres como Mitre o Sarmiento, que eran tomados de la denominación de calles vecinas al puerto porteño, o simplemente les deformaban los apellidos originales, conforme como escuchaban que los pronunciaban los recién Illegados. A algunos los esperaban en la planchada de los buques, otros enfrentaban la realidad solos, sin hablar ni una palabra en español. Sin embargo se las ingeniaron para llegar a Mendoza, tierra que, por su clima desértico, se parecía un poco a algunas regiones del Líbano. En suelo cuyano se entrega- ron a la agricultura (Tahan, Yamin), a los servicios (el taller de los Bechara) y al transporte (Be ral, Elmelaj) pero el mayor número, a la venta de distintos productos.
Bienvenidos al sitio con mayor cantidad de Fotos antiguas de la provincia de Mendoza, Argentina. (mendozantigua@gmail.com) Para las nuevas generaciones, no se olviden que para que Uds. vivan como viven y tengan lo que tienen, primero fue necesario que pase y exista lo que existió... que importante sería que lo comprendan
viernes, 26 de enero de 2024
Luján de Cuyo la tierra elegida por los inmigrantes Libaneses. Integrantes de la primera comisión directiva de la Sociedad Libanesa de Luján. (1925) Provincia de Mendoza
Con la ola de inmigración de origen mayoritariamente español e italiano- otra colectividad con sus acentos e idiosincrasia se incorporaban a principios de siglo XX al variado panorama cultural de Mendoza. Muchos de los Libaneses se establecioeron en el paseo de La Alameda otros optaron por la ciudad de Luján de Cuyo. El pasado puede ser olvidado, pero nunca muere. Las corrientes inmigratorias que permitieron que en el departamento y en Mendoza haya hoy apellidos como Abraham, Busajm, Elmelaj o Elías, arrancan a fines del siglo XIX y comienzos del XX, cuando una gran cantidad de rústicos y sufridos habitantes debieron abandonar su querida tierra. Las razones fueron múltiples, pero siempre colindantes con la dura vida que padecian. Opresión de los invasores de turno (turcos, cruzados); colonialismo (ingleses, franceses); conflictos internos y diferencias religiosas; pobreza y marginación. Y así, desde Antura, Masdra- Jesúa, Zajle o MTailet, entre otras tantas ciudades, esos seres en retirada decidieron embarcase hacia la tierra "prometida", con pocas cosas materiales, pero con una gran cantidad de sueños. Algunos iniciaban solos la brecha del extrañamiento; otros iban detrás de primos, hermanos, padres o amigos que los habían precedido en la travesía. Cuando llegaban a suelo americano, empezaba una nueva vida, pero era imposible no sentir angustia al recordar a los seres queridos que habían quedado en los milenarios puertos de Tiro y Sidón. Los que llegaban a Buenos Aires con sus pasaportes "turcos" escritos en idioma ininteligible, se exponían a ser rebautizados por unos no menos instruidos agentes de inmigración. Es asi que algunos llevan nombres como Mitre o Sarmiento, que eran tomados de la denominación de calles vecinas al puerto porteño, o simplemente les deformaban los apellidos originales, conforme como escuchaban que los pronunciaban los recién Illegados. A algunos los esperaban en la planchada de los buques, otros enfrentaban la realidad solos, sin hablar ni una palabra en español. Sin embargo se las ingeniaron para llegar a Mendoza, tierra que, por su clima desértico, se parecía un poco a algunas regiones del Líbano. En suelo cuyano se entrega- ron a la agricultura (Tahan, Yamin), a los servicios (el taller de los Bechara) y al transporte (Be ral, Elmelaj) pero el mayor número, a la venta de distintos productos.
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