En esta vista urbana, las huellas dolorosas de los destrozos causados por el terremoto del 20 de marzo de 1861 son innegables. Su mejor ejemplo lo constituye la monumental Iglesia de San Francisco -levantada originalmente por los jesuitas y, años más tarde después de su expulsión (1767) cedida a los franciscanos- aquí un fiel testimonio de los estragos originados por el sismo, el cual derribó buena parte de la ciudad de Mendoza con furia inusitada. Lamentablemente no se tienen registros fotográficos sobre esta ciudad previos al terremoto -aunque se conoce la publicidad realizada en Buenos Aires por el fotógrafo y daguerrotipista alemán Adolfo Alexander (1822-1881) promocionando ese mismo año dichas vistas urbanas-, sólo unos dibujos levantados por artistas viajeros, los que fueron trasladados a la plancha litográfica y que hoy se conservan en colecciones públicas y privadas. Ocurrida la catástrofe, estas ruinas fueron un punto de atracción para los distintos fotógrafos que se instalaron en esta ciudad, así como para algunos profesionales viajeros, como el célebre portugués Christiano Junior (1832-1902). Aquí estamos indudablemente ante un temprano testimonio; la imagen muestra aún los escombros caídos y dos pilares unidos con los restos de una bóveda. A inicios del siglo XX se limpió el terreno y se construyó un muro, abriendo la calle y cavando la acequia. Estas labores aún estaban muy lejanas en el tiempo cuando el fotógrafo captó la vista que observamos en la imagen.
Bienvenidos al sitio con mayor cantidad de Fotos antiguas de la provincia de Mendoza, Argentina. (mendozantigua@gmail.com) Para las nuevas generaciones, no se olviden que para que Uds. vivan como viven y tengan lo que tienen, primero fue necesario que pase y exista lo que existió... que importante sería que lo comprendan
domingo, 18 de febrero de 2024
Ruinas de la Iglesia de San Francisco. (c.1880) Ciudad de Mendoza
En esta vista urbana, las huellas dolorosas de los destrozos causados por el terremoto del 20 de marzo de 1861 son innegables. Su mejor ejemplo lo constituye la monumental Iglesia de San Francisco -levantada originalmente por los jesuitas y, años más tarde después de su expulsión (1767) cedida a los franciscanos- aquí un fiel testimonio de los estragos originados por el sismo, el cual derribó buena parte de la ciudad de Mendoza con furia inusitada. Lamentablemente no se tienen registros fotográficos sobre esta ciudad previos al terremoto -aunque se conoce la publicidad realizada en Buenos Aires por el fotógrafo y daguerrotipista alemán Adolfo Alexander (1822-1881) promocionando ese mismo año dichas vistas urbanas-, sólo unos dibujos levantados por artistas viajeros, los que fueron trasladados a la plancha litográfica y que hoy se conservan en colecciones públicas y privadas. Ocurrida la catástrofe, estas ruinas fueron un punto de atracción para los distintos fotógrafos que se instalaron en esta ciudad, así como para algunos profesionales viajeros, como el célebre portugués Christiano Junior (1832-1902). Aquí estamos indudablemente ante un temprano testimonio; la imagen muestra aún los escombros caídos y dos pilares unidos con los restos de una bóveda. A inicios del siglo XX se limpió el terreno y se construyó un muro, abriendo la calle y cavando la acequia. Estas labores aún estaban muy lejanas en el tiempo cuando el fotógrafo captó la vista que observamos en la imagen.
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