domingo, 28 de abril de 2024

28 de Diciembre de 1972. El Gobernador de Mendoza Dr. Félix Enrique Gibbs, declara Ciudad a la Villa cabecera del distrito de Palmira, departamento de San Martín


El 28 de diciembre de 1972, el gobernador de Mendoza, Dr. Félix Enrique Gibbs, y su ministro de gobierno, Luis Huerta, promulgaron el decreto ley Nº 3.890, por el cual se declaraba ciudad a la villa cabecera del distrito de Palmira, del departamento de San Martín. De esta manera premiaban las aspiraciones de un pueblo que había marchado constantemente por la senda del progreso. Lo otorgado no fue por simple decisión gubernamental, sino que la comunidad de Palmira había manifestado su intención de ascender en el concepto como pueblo organizado, dinámico y con fundamentos valederos para alcanzar sus aspiraciones. El Palmira del siglo pasado, sus orígenes y recuerdos, son más producto de la leyenda que de hechos registrados en la historia documental. El origen de su nombre es hasta hoy tema de controversia. La versión más aceptada es aquella que recuerda a don Carlos Malman, dueño de una tropa de carretas, quien a mediados del siglo XIX efectuaba viajes desde Mendoza a Buenos Aires. En el paraje denominado "Alto de Mulas", fundó un establecimiento agrícola que llamó "Fundo Palmira", en recuerdo y homenaje a su esposa, mujer de carácter afable y bondadoso. En 1885, con la llegada del ferrocarril, se creó allí una estación que llevó oficialmente el nombre de Palmira. A fines del siglo XIX, la zona se fue desarrollando como una población ferroviaria -la más importante de toda la provincia-. En ella se realizaba la carga y descarga de los trenes llamados "cargueros" del entonces Ferrocarril Andino, luego llamado "General San Martín". El ferrocarril posibilitó la afluencia de los inmigrantes, quienes junto a los criollos instalados en el lugar sentaron las bases del progreso de Pal- mira. Estos inmigrantes, en su mayoría italianos y españoles, se distribuyeron por toda la provincia y en especial se instalaron en los pueblos que nacian al lado de las vías férreas. En 1906 se instala el depósito de locomotoras, incorporándose de esa manera nuevo personal a la empresa ferroviaria. Asimismo se construyen las primeras casillas para los ferroviarios. Por otra parte, desaparecen las antiguas viñas criollas "de cabeza", implantándose el moderno viñedo de tipo francés, de viña baja, en hileras rectas y sostenido por alambres. De esta manera, se produce el primer brote agrícola-industrial de la zona. Paralelamente a ello, la localidad de Palmira se convierte en uno de los centros de talleres más importantes del ferrocarril, merced al aporte que la población rural le hacía. Sin embargo, al suprimirse el sistema ferroviario, la ciudad de Palmira sufrió un duro revés, desapareciendo una de sus mayores fuentes laborales. 

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