Las fotografías que le mando las saqué entre algunas de las que me interesan. No pretendo que sean trabajos dignos de su atención. Aquí me hacen elogios de mi trabajo; personas de afuera me aseguran que soy el mejor fotógrafo de la provincia; algunos van más lejos: pero yo no soy de esta opinión; he visto tan hermosas fotografías en las vitrinas de Buenos Aires y sé que no soy capaz de hacer lo mismo...Pensamos que no había falsa humildad en estas afirmaciones, tomadas de la carta de Pi a Del Conte; reflejaban, por lo contrario, la opinión que aquel tenía de su trabajo, en el que no empleó técnicas nobles o de arte, no realizó composiciones de tipo pictórico y con el que nunca participó en concursos fotográficos ni organizó una exposición, cosa que tal vez le parecía innecesaria, ya que editaba sus fotos como postales. Tampoco pintaba las fotos-óleo que le encargaban, ni dibujaba las fotos carbonilla, para lo cual recurría, por lo menos desde 1915, a los servicios de un pintor de Buenos Aires, Domingo Fisicaro. De haberlo querido, Pi podría haber aprovechado sus conocimientos de dibujo y pintura para su labor fotográfica. Sin embargo no lo hizo. Fue amigo de pintores como el rosarino Augusto Schiavoni, que vivió en San Rafael durante varios años, o el mendocino Juan Vaccari, al que fotografió trabajando en las montañas. Flora Pi conservó las revistas que había coleccionado, entre las que no encontramos ninguna de fotografía o pintura, como tampoco libros sobre esos temas, a pesar de lo nutrido de su biblioteca. Esto indica que, para él, la actividad fotográfica sólo era la práctica honesta y responsable de un oficio, según le dice, con extrema modestia, a Del Conte: Para terminar: el lote de fotografías que le mando no va con la pretensión de ser obras de fotógrafo; no sé nada de la profesión de fotógrafo; no es más que el resultado de unos años de esfuerzo, sin maestro, sin ejemplos; sin duda están llenas de defectos de los que yo no me doy cuenta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario