El origen del puerto de cabotaje de Buenos Aires, con sus casas de madera, algo elevadas sobre el nivel del suelo para defenderlas de los desbordes del Riachuelo, sin pavimento alguno entre el talud y las construcciones y su abigarrada población marinera, nos lo muestra esta vista en forma acabada. Desde que la inmigración extranjera, particularmente la italiana dedicada a la navegación, halló abiertas de par en par las puertas del país, la Boca del Riachuelo fue su asiento predilecto.
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