En octubre de 1929 arribó a nuestro país Antoine de Saint-Exupéry. Venía a reemplazar al director de tráfico de la compañía Aeropostal Argentina, filial de la empresa francesa de correo y de pasajeros. Tenía 29 años.La base de operaciones estaba en Pacheco, Buenos Aires. @ArchivoVisualArgentino
En junio de 1930 Henry Guillaumet, gran amigo de Saint Exupery, en medio de una tormenta de nieve intentó forzar un aterizaje cerca de Laguna del Diamante, Mendoza. En el brusco descenso el avión se dio vuelta, pero Guillaumet sobrevivió. Para no morir congelado emprendió una caminata sin destino fijo, con una bolsa de pocas provisiones hacia el este. En una de las alas del avión, escribió: ”Je pars vers l’Est” (”Voy para el este”). Caminó sin detenerse cinco días y cuatro noches. Era un muerto vivo cuando se encontró con un puestero de 14 años cerca del arroyo Yaucha. El joven lo llevó hasta su rancho donde lo cuidaron con su madre. Mientras, Saint-Exupéry lo seguía buscando día tras día, noche tras noche. Una semana después, el 20 de junio de 1930, se encontraron en la ciudad de Mendoza. Guillaumet le dijo que había reconocido su avión porque sólo él se arriesgaría a volar tan bajo. En Argentina “SaintEx” atesoró una experiencia imborrable. Mucho tiempo después, en 1943, publicó Le Petit Prince con ilustraciones hechas por él mismo. Al año siguiente su avión desaparecería en una misión de reconocimiento en la Isla de Córcega (Francia), durante la Segunda Guerra Mundial. Si no lo hicieron, lean vuelo nocturno. Si saben de buenas fotografías, no duden en avisarnos. #historiadelaAviacion #AntoinedeSaintExupery #AeropostalArgentina #HenryGuillaumet #SaintExupery #LagunadelDiamante #Mendoza #arroyoYaucha #LePetitPrince #Elprincipito #vuelonocturno #archivovisualargentino @franceargentine @turismo.mendoza
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