Tras la muerte de Napoleón el 5 de mayo de 1821 en Santa Helena, se tomaron varias máscaras del rostro del ex-emperador. La más famosa es la que se atribuye al Dr. Francesco Antommarchi, uno de los médicos presentes en su fallecimiento. Sin embargo, aquí es donde el asunto se vuelve más complicado que intentar entender el código de vestimenta francés. Hay varias máscaras, cada una con su propio séquito de seguidores que defienden su autenticidad como si fueran abogados en un tribunal de historia. La máscara de Antommarchi, que ahora reside en el Musée de l'Armée en París, es la más reconocida, pero no falta quien argumente que podría ser tan falsa como una sonrisa en un político. Otra máscara, conocida como la máscara "Boys", fue vendida en una subasta por casi 200.000 euros, demostrando que incluso en la muerte, Napoleón sigue siendo un negocio rentable. Esta máscara ha sido objeto de análisis y debate, con expertos tratando de determinar si es una copia o la original. El misterio no solo radica en la autenticidad de las máscaras, sino también en la posibilidad de que el cuerpo de Napoleón haya sido reemplazado por el de otro. Este nivel de intriga hace que la historia de su máscara mortuoria sea más emocionante que un capítulo de "Lupin". Así que, si te encuentras con una máscara de Napoleón, recuerda: podría ser un tesoro histórico o una falsificación ingeniosa, como encontrar un buen vino en un bar de mala muerte.
Bienvenidos al sitio con mayor cantidad de Fotos antiguas de la provincia de Mendoza, Argentina. (mendozantigua@gmail.com) Para las nuevas generaciones, no se olviden que para que Uds. vivan como viven y tengan lo que tienen, primero fue necesario que pase y exista lo que existió... que importante sería que lo comprendan
miércoles, 11 de diciembre de 2024
El misterio de la máscara mortuoria de Napoleón Bonaparte. Una reliquia que es tan enigmática como un acertijo francés sin resolver. (1821).
Tras la muerte de Napoleón el 5 de mayo de 1821 en Santa Helena, se tomaron varias máscaras del rostro del ex-emperador. La más famosa es la que se atribuye al Dr. Francesco Antommarchi, uno de los médicos presentes en su fallecimiento. Sin embargo, aquí es donde el asunto se vuelve más complicado que intentar entender el código de vestimenta francés. Hay varias máscaras, cada una con su propio séquito de seguidores que defienden su autenticidad como si fueran abogados en un tribunal de historia. La máscara de Antommarchi, que ahora reside en el Musée de l'Armée en París, es la más reconocida, pero no falta quien argumente que podría ser tan falsa como una sonrisa en un político. Otra máscara, conocida como la máscara "Boys", fue vendida en una subasta por casi 200.000 euros, demostrando que incluso en la muerte, Napoleón sigue siendo un negocio rentable. Esta máscara ha sido objeto de análisis y debate, con expertos tratando de determinar si es una copia o la original. El misterio no solo radica en la autenticidad de las máscaras, sino también en la posibilidad de que el cuerpo de Napoleón haya sido reemplazado por el de otro. Este nivel de intriga hace que la historia de su máscara mortuoria sea más emocionante que un capítulo de "Lupin". Así que, si te encuentras con una máscara de Napoleón, recuerda: podría ser un tesoro histórico o una falsificación ingeniosa, como encontrar un buen vino en un bar de mala muerte.
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