jueves, 15 de mayo de 2025

Circa 1880. La escena quiere representar a un paisano a punto de subir un potro nuevo. Suponemos que eso ha pedido el fotógrafo y que los paisanos se esmeran por cumplir la orden. Fuente: @archivovisualargentino


Le tienen mucha confianza al caballo. Si no el hombre de barba no estaría tomando mate, sentado tranquilamente en el suelo. Usa una bombilla larga, chaleco de traje ajustado, pucho armado y sombrero de fieltro ladeado. El que le está agarrando y doblando la oreja al zaino, pelechado marca el seis, de clina entera y buena alzad, usa saco largo, liviano y chiripá listado, con calzoncillos blancos, bota fuerte y sombrero negro de ciudad. Le agarra la oreja para sujetarlo y adormecerlo un poco, doblándosela. Seguramente con el antebrazo le tapará el ojo al zaino para que no esté tan vigilante. Y con la mano derecha le está agarrando del travesaño del bozal para sujetarlo mejor. El bozal es de los típicos de palenquear que se regulan mejor a la cabeza de cada potro. El domador de vincha, también de saco liviano, chiripá largo que podría ser de los ingleses, calzoncillo blanco, bota fuerte y sin espuelas. Evidentemente no pensaba galoparlo al zaino. Cabresto largo trenzado, pasando por la mano izquierda del domador como sin sujetarlo, pero a mano por si hay una movida del caballo. Las riendas en la mano derecha como llamándolo en la boca y colgando de la mano el rebenque de argolla. Tanteándolo con la punta del pie en el estribo de entrada chica, a ver cómo reacciona el alumno. Han ido a la costa del arroyito con los compañeros, el domador, a seguir avanzando en la doma del zaino, que lo tiene de bocado todavía, pero ya le ha colocado el lazo en el anca para que se vaya acostumbrando. Gracias Diego Fariña por comentar la foto. La imagen está atribuida a Esteban Gonnet Colección Biblioteca Nacional, Archivo Audiovisual de Venezuela. #ArchivoVisualArgentino

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