Imagen de una Barraca de Lana Argentina. Establecimiento dedicado a la compra, clasificación, almacenamiento y comercialización de lana cruda, generalmente proveniente de ovejas.

Estas barracas han sido fundamentales en la cadena productiva de la industria lanera, especialmente en países con fuerte tradición ganadera como Argentina, Uruguay y Australia. En una barraca, la lana se recibe directamente de los productores rurales, se clasifica según su calidad (fina, gruesa, sucia, limpia, etc.), y se acondiciona para su venta, ya sea al mercado interno o para exportación. Algunas barracas también ofrecen servicios de prensado, enfardado, análisis de laboratorio y logística, facilitando el proceso para los pequeños y medianos productores. Las barracas en Argentina tienen su origen en la época colonial, cuando se establecieron como depósitos o galpones cerca de los puertos, especialmente a orillas del Riachuelo en Buenos Aires. Allí se almacenaban productos como cueros, lanas y carnes saladas antes de ser embarcados hacia Europa, y también se recibían manufacturas importadas para su distribución en el interior del virreinato. Con el tiempo, el término “barraca” se amplió para incluir establecimientos rurales o semiindustriales dedicados a la clasificación y comercialización de lana, especialmente durante el auge de la ganadería ovina en el siglo XIX. Estas barracas eran clave en la cadena de valor lanera: recibían la lana esquilada, la clasificaban por calidad, la prensaban y la preparaban para su exportación. En cuanto a las provincias líderes, se destacan: Buenos Aires: Por su cercanía al puerto y su infraestructura comercial, fue el centro neurálgico de muchas barracas, especialmente en zonas como Barracas al Sud (hoy Avellaneda) y el barrio de Barracas en la ciudad. Santa Fe y Entre Ríos: Con fuerte producción ovina y acceso fluvial, también desarrollaron barracas importantes. Chubut y Río Negro: En la Patagonia, el auge de la lana merino impulsó la instalación de barracas modernas, muchas de ellas vinculadas a colonias galesas y estancias británicas. Estas barracas no solo fueron centros económicos, sino también espacios de trabajo y organización obrera, con oficios especializados como los barraqueros.  Crédito Fotográfico: Biblioteca Municipal Manuel Gálvez